El cuidado adecuado de las uñas hace parte de la rutina de higiene personal. Parecen insignificantes, pero son una carta de presentación que dice mucho sobre nuestra imagen y nuestro cuidado personal.
Sin un correcto mantenimiento, las uñas terminan adoptando un aspecto desagradable; se pelan, se rompen, se agrietan o toman un color amarillento. Por eso, debes cuidarlas tanto como cualquier otra zona de tu cuerpo. Desde luego, merecen tu atención.
Consejos para el cuidado las uñas de tus manos y pies
Cuidar de tus uñas tiene sus beneficios. Cualquier rutina de cuidado personal es relajante y promueve una apariencia saludable y el bienestar interno. Si le dedicas tiempo a atender las uñas de tus manos y tus pies, estas se mantendrán sanas y la piel alrededor lucirá hidratada y nutrida.
1- Hidrata tus uñas a menudo
Para lograr una apariencia saludable en tus uñas, es necesario que las hidrates frecuentemente. El uso regular de crema hidratante logrará este efecto, pero si quieres conocer otros métodos más relajantes y eficaces, te aconsejamos los baños en aceite.
Los masajes con aceite de oliva o ricino resultan mucho más beneficiosos para tus uñas, estos aceites aportan nutrientes y mantienen la hidratación por mucho más tiempo. Puedes dejar las uñas en remojo durante 5 minutos y luego masajearlas para que absorban todas las propiedades del aceite.
Te recomendamos realizar este ritual de hidratación antes de acostarte o después de tomar un baño.
2- Cuida tus cutículas
Las cutículas cumplen un papel importante para las uñas. Son las encargadas de proteger y sellar la piel que está justo en el crecimiento de la uña para evitar posibles infecciones. Por tal razón, se aconseja no recortarlas para no dejar la piel de debajo expuesta a bacterias.
En cambio, una mejor opción es ablandarlas y moldearlas sin hacerles daño. Basta con empujarlas hacia la base de la uña con un palito de naranja o un bastoncillo de algodón impregnado en aceite. Hazlo dibujando pequeños círculos para facilitar el proceso.
Como las cutículas también requieren de hidratación frecuente, se recomienda aplicar crema hidratante sobre esta zona y siempre realizar un masaje.
3- No laves sin guantes
Para mantener un buen aspecto de las uñas de tus manos, procura usar guantes siempre que vayas a fregar o lavar. Los guantes protegen las uñas de los químicos presentes en los artículos de limpieza y de otros agentes externos que suponen una amenaza para el bienestar de tus uñas.
Evita mantener las uñas en contacto constante con la humedad o los jabones que utilices para lavar, porque estos dos elementos favorecen la aparición de los hongos. También dañan tu manicura y puede contribuir a que se rompan las uñas.
4- Corta y lima tus uñas con cuidado
Al momento de cortar y limar tus uñas, es preciso que tengas mucho cuidado para no dejar al descubierto la piel que está bajo la superficie. Si la uña recortada queda muy delgada, expone la piel a futuras infecciones que deseamos evitar. Por eso es importante no recortarlas en exceso y siempre seguir la forma de la cutícula, que será la forma natural de las uñas.
El mejor momento para cortar tus uñas es después del baño, cuando están más reblandecidas, o directamente humedecerlas previamente para facilitar el proceso.
Por otro lado, limar las uñas es otra opción para dar forma y reducir el tamaño sin necesidad de utilizar un cortaúñas. Busca limas de calidad, preferiblemente limas de cartón y evita las de metal, para no dejar esquirlas.
Antes de empezar a limar, humedece las uñas en agua tibia con un poco de jabón para hacer más sencillo el proceso. Lima siempre en una única dirección y con pasadas largas y suaves. Por último, pasa la lima por los extremos en diagonal para conectar el movimiento con el resto del filo de la uña.
Para eliminar los restos, lima el canto de la uña en una posición vertical, de arriba hacia abajo, siempre manteniendo una sola dirección.