Si estás haciendo una dieta que no te permite las harinas, si eres alérgica al gluten o quieres darle un alimento diferente pero divertido a tus hijos, esta receta es para ti. Es fácil, rápida, económica, sin horno, harina, ni levadura y se hace con ingredientes que seguramente todas tenemos en casa.
Pero antes, hablemos un poco de sus ingredientes para que sepas los atributos y beneficios que tiene cada uno. Por una parte, la zanahoria es uno de los alimentos más versátiles que existen pues se puede consumir cruda, cocida, en smoothie, puré y demás. La OMS recomienda su consumo por la cantidad de vitaminas y minerales que contiene.
Ingredientes
- 1 zanahoria mediana
- ½ taza de avena, puede ser en hojuelas o en harina
- ½ taza de agua
- 1 huevo
- Sal y pimienta
Preparación
- Agregar la media taza de avena en un recipiente junto con la media taza de agua, mezclar y dejar reposar mientras se alistan los demás ingredientes. Nuestra recomendación es dejar la avena remojando anteriormente durante aproximadamente unas ocho horas, ya que así se aprovechan al máximo todos los nutrientes de este cereal. Pero si no lo puedes hacer, no te preocupes, la puedes dejar también en remojo solo unos minutos.
- Pelar la zanahoria, quitando las puntas, la piel y rallarla. En una sartén caliente a fuego mínimo, colocar unas gotas de aceite y agregar la zanahoria rallada. Sazonar añadiendo una pizca de sal y pimienta al gusto y mezclar, dejar cocinar tapado por aproximadamente cinco minutos.
- En este paso debes tener cuidado pues no queremos que la zanahoria se cocine completamente o se tueste, lo que buscamos simplemente es que esté un poco más tierna para que sea fácil de manejar y que absorba el sabor de los otros ingredientes.
- En un recipiente diferente colocar la avena previamente remojada, agregar un huevo y mezclar bien hasta que todo quede muy bien integrado. Ahora agregar a esta mezcla la zanahoria previamente rallada y pasada por el sartén y mezclar bien nuevamente. Reforzamos con una pizca de sal y pimienta y comprobamos la sazón.
- Continuamos en una sartén previamente caliente a fuego mínimo y le colocamos unas gotitas de aceite, las distribuimos por todo el sartén para que quede bien engrasado lo que nos servirá como molde. Agregamos la mezcla anterior y con la ayuda de una cuchara, distribuimos por toda la superficie uniformemente hasta que quede bien cubierta.
- Dejamos cocinar nuestra masa tapada por unos 5 a 10 minutos, revisando que no se vaya a quemar, pasado este tiempo con la la ayuda de una espátula despegamos la masa de la sartén hasta verificar que esté suelta y volteamos con la ayuda de un plato para que se cocine también por el otro lado.
- Con esto la masa queda lista y ahora si podemos agregar los ingredientes que más nos gusten como por ejemplo una salsa de tomate natural que será nuestra base, jamón y en la parte de arriba queso rallado. Dejar cocinar otros 5 a 10 minutos hasta que la masa esté completamente cocinada y el queso derretido.
- Ahora solo queda desmoldar con la ayuda de una espátula, servir y decorar como más te guste y listo, ya tienes una pizza saludable y hecha en casa para que pases el antojo.