La crianza no es tarea fácil y a veces puede ser un poco desordenada y se complican cuando no tenemos una rutina, en especial si estudiamos y trabajamos o tenemos otras responsabilidades que implican de tiempo y espacio. El tema es más complicado o estresante, cuando necesitamos madrugar al día siguiente, para alistar a nuestros hijos para estudiar. Esta es una actividad necesaria, no solamente para que garantizar la transición en la educación de nuestros hijos, sino también para que ellos tengan los espacios educativos necesarios, mientras que nosotros nos encargamos de trabajar y en nuestro quehaceres.
Para ello, es importante llevar a cabo una rutina nocturna que sea exitosa y que permita tanto que tu hijo como tú, puedan descansar, estar tranquilos y libres de estrés. Si quieres garantizar una mañana eficiente al otro día, continúa leyendo este artículo para que conozcas cuáles son esos puntos claves de una rutina nocturna exitosa y no tengas problemas para levantar a tu hijo temprano.
1- Involucra a tus hijos
Permíteles a tus hijos a que participen de las actividades en la noche, de esta manera se van a sentir con la situación bajo control, y sienten una responsabilidad adicional, ya que sus cuerpos y mentes están cambiando rápidamente.
Por ejemplo, puedes enseñar a tus hijos a que actualicen su uniforme o ropa para el día siguiente, no solamente van a aprender a que es su deber, sino también vas a evitar discusiones en la mañana siguiente. Y evitar comentarios como: “esto no me gusta”, “esta camisa no la quiero”, “este pantalón no es para este día”, etc. Darles la oportunidad de que elijan contigo el outfit del día siguiente, ayuda a que también puedan elegir los artículos apropiados para las actividades del otro día. Ya sea si van a estudiar, de viaje o a un picnic.
2- Establecer horarios
Antes de encontrar la hora exacta para acostarse debe encontrar señales en las que tu hijo empieza a tener síntomas de sueño y es allí la hora exacta por ejemplo cuando empieza a utilizar frotarse los ojos o se ponen un poco intensos en su comportamiento, como madres conocemos estas cosas. Cuando ya encuentre un punto óptimo antes de que esto suceda comienza a estipular un horario y dale inicia tu rutina con anticipación es decir en el momento ir al baño hacer una lectura o actividades antes de acostarse, para no retrasar la hora que ya tiene fijada.
Si tienes el hábito de estar frente al celular o una pantalla, prográmate de realizar esta actividad una hora antes de dormir. Tú mejor que nadie debes estar lucida la día siguiente.
3- Alimentos saludables antes de dormir
Tu hijo necesita nutrición adecuada con su estómago lleno, para que pueda dormir de manera tranquila. Además opta por no dar proporciones exageradas, ya se ha demostrado que las personas que consumen alimentos pesados y excesivos en la noche, no tienen un sueño tranquilo y por el contrario, tienen molestias estomacales.
Alimentos ricos en proteínas, minerales y grasas saludables, pueden ayudar para que los niños puedan descansar y permanecer dormidos toda la noche. Además olvídate de los alimentos azucarados o con cafeína, como dulces chocolate o harinas.
4- Planifica tus mañanas
Cuando no planeamos las actividades del otro día, vamos a hacer las actividades en desorden, si no tenemos en mente cada una de las tareas pendientes. Puedes hacer recordatorios o planificar con anticipación, para tener tu mente clara y poder relajarte, sin tener pensamientos constantes en tu cabeza de lo que tienes que hacer al otro día.
Claramente primero necesitas prepararte tú, darte un baño, alistarte y luego continuar con las labores de madre, empacar la tarea, preparar almuerzos, pero todo hazlo con anticipación, esto te va ayudar a que tus mañanas sean menos apresuradas.
5- Crea rutinas en la noche
Por ejemplo, puedes leer un cuento antes de dormir o realizar otra actividad que se relacione con tus hijos y que con ella, tu hijo la referencie como una tarea para pre-dormir. Estas actividades van a permitir que los niños se beneficien con las relaciones emocionales y sociales, que pueden tener con sus padres.
¿Qué tal un masaje? Una serie corta, una charla, un cuento y luego a cepillar los dientes. Son rituales muy importantes que pueden ayudar a que tu hijo se relaje y puede hacer un conductor perfecto para mejorar el sueño.