Aunque hoy en día se pueden encontrar variedad de productos para el cuidado de la piel, las mascarillas hechas en casa siguen siendo muy populares, ya que prometen excelentes resultados y son económicas. Pero, entre todas las opciones de mezclas que existen, hay una que se considera la mejor aliada para minimizar la aparición de arrugas.
Estamos hablando de las manzanas, tal vez encabeza la lista de mascarillas caseras famosas o no es en lo primero que piensa cuando se menciona el tema, pero esto tampoco significa que no sean un excelente complemento a tu rutina de belleza. Esta fruta cuenta con muchos beneficios, de los que podrás disfrutar al consumirla y aplicarla en el rostro. Sin embargo, recuerda que la constancia es la clave para que puedas ver los cambios en tu cuerpo.
Beneficios de las manzanas para la piel
Muchas compañías del cuidado de la piel han empezado a incluir el extracto de manzana en sus productos ya que está repleto de ácidos fenólicos y flavonoides, que son dos componentes se encuentran a menudo en las frutas. Estos tienen propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, ayudando a proteger a la piel de los radicales libres.
En general, cuando usas esta fruta en tu rostro, ayudas a prevenir el envejecimiento prematuro y a que la piel se vea más sana, ya que también es rica en vitamina A, C y E, ¡todo esto la mantendrá bien nutrida e hidratada!
Cómo preparar esta mascarilla de manzana
Para maximizar las propiedades de la manzana, mézclala con miel (mejor si es orgánica). De hecho, la miel es otro producto natural muy valorado para el cuidado del rostro, por ejemplo, ayuda a equilibrar las bacterias de la piel, convirtiéndola en una buena opción para el acné. También se dice que ayuda a atenuar las cicatrices del acné y es un exfoliante natural, lo que significa que puede eliminar las células muertas que hacen que la piel se vea opaca.
Preparación y aplicación
Empieza por cortar 1 manzana, luego llévala a la licuadora y tritura hasta que obtengas una mezcla pastosa, similar a la papilla. Ahora pásala a un tazón y añade 1-2 cucharadas de miel, revuelve y aplica en tu rostro, ¡no te olvides del cuello! Hazlo con masajes circulares, enfocándote en las partes con resequedad y donde se marcan las arrugas.
Deja actuar entre 20 y 30 minutos, luego enjuaga bien. Repite el uso de esta mascarilla casera de manzana y miel 1 vez por semana. Lo ideal es que sea 1 hora antes de dormir, así verás un rostro rejuvenecido al día siguiente.
Recomendaciones
Recuerda que el rostro debe estar limpio antes de la aplicación, así que retira todo el maquillaje, luego usa un jabón adecuado a las necesidades de tu piel y agua fresca. Al aplicar la mascarilla evita el contorno de ojos y los labios.
Si lo deseas, puedes agregar un poco de leche a esta mascarilla casera, es decir, agrega 1 manzana verde cortada a la licuadora en compañía de 3 cucharadas de leche (30 ml) y 2 cucharadas de miel de abeja orgánica.
Cuidados para prevenir el envejecimiento prematuro
- Protégete del sol: usar protector solar es indispensable si quieres cuidar de tu piel. Exponerse al sol si la adecuada protección puede provocar arrugas, manchas y aumentar el riesgo de cáncer de piel.
- Evita fumar: este hábito te da un aspecto avejentado, pues contribuye a la formación de arrugas y hace que la piel se vea pálida. Fumar daña el colágeno y la elastina, provocando un envejecimiento prematuro.
- No sea agresivo con la piel: usa limpiadores que sean suaves, también seca dando pequeños toques con una toalla solo para el rostro y que esté limpia. Aplica el humectante que mejor se adapte a tu tipo de piel.
- Mantén una dieta saludable: llevar una dieta balanceada es clave si quieres que tu cuerpo se mantenga saludable, para puedas verte y sentirte mejor. Incluye frutas, verduras, granos, proteína magra y bebe agua.
- Controla los niveles de estrés: si vives en un estrés constante, esto también se verá reflejado en tu piel. Para que tu salud física y mental estén mejor, duerme lo suficiente, establece límites razonables, reduce tu lista de tareas y dedica un poco de tiempo a hacer lo que te gusta o disfrutas.