Ahora que no estas, te escribo esta carta de despedida. No sé en qué momento el amor que sentias por mi, fue desapareciendo, ni tampoco como el fuego que avivaba nuestro amor se fue apagando. Me siento perdida y tu ausencia me duele.
Quizás no te perdí, porque nunca has sido mío, y aunque todavía no he podido descifrar lo que pasó, comprendo que esta relación ya tuvo su tiempo. Por eso te escribo esta carta; lo que nunca te dije.
aunque siga queriéndote más allá de la muerte;
y acaso no comprendas, en esa despedida,
que, aunque el amor nos une, nos separa la vida.
Tu eres la forma más perfecta en la que me ame. No has sido más que un instrumento para enseñarme lo bonito que es el amor, y así como llega; reconstruye todo tu ser. Me enseñaste a entregarme a todo aquello que hago, y aprovechar las oportunidades que yo misma busco. En esta carta de despedida te quiero agradecer; contigo aprendí a conocerme y desprenderme de todo aquello que me hace daño.
Quizás nunca te dije mis sentimientos; porque aunque las palabras existen; me cuesta expresar los sentimientos. Pero te recuerdo con gran cariño, porque estuviste en mi camino.
Quizás te diga un día que se me fue el amor,
y cerraré los ojos para amarte mejor.
Porque no hay amor más sincero, que aquel que deja ir. Espero que tu decisión sea lo que deseas, porque ya no estaré más para ti y si algún día me recuerdas, espero que sea con amor, aquel que penetra todo tu ser y te hace saltar de alegría.
y aprenderás entonces que hay cosas como rosas,
cosas que son hermosas, sin saber que lo son…
-José Ángel Buesa-
Es pronto para decirte que te olvidaré, pero en esta carta de despedida, te digo adiós.