La elegancia no se define por la belleza física o por los adornos caros apoyados por la riqueza para crear una apariencia engañosa, pues esta elegancia comprada puede durar solo un corto tiempo, la verdadera elegancia es la forma de ser de una persona, una cualidad mágica que hace brillar a las mujeres la cual no es fácil pero tampoco imposible, solo se necesita aprender gradualmente y hacer cambios en la vida sin tratar de ser perfectas porque eso ya no significaría ser elegante, la clave es esforzarse por mejorar cada día manejando los valores enseñados.
1- Apasionada y autosuficiente
Una mujer brilla al ser autónoma e independiente, decidida y fuerte sin esperar que otros la cuiden física, emocional y financieramente, pues ella es apasionada por su vida. Edúcate, invierte tiempo en ti y esfuérzate para desarrollar tu personalidad, intereses y dependencia, enfócate en lo que quieres lograr y sé determinada para nutrirlas, cuando haces estas cosas aprendes a valorarte. Una vida sin pasión, no permite alcanzar y compartir el auténtico potencial interior, si decides buscar tu corazón te pide luchar y ser capaz de arriesgar dando lo mejor de ti a los que te rodean.
2- Sé una mujer amable
Este es un valor que se define como “la cualidad de ser amable, es ser generoso y considerado”. Ser amable es un acto que ayuda a las personas a interactuar de mejor manera ya que el cómo nos comportamos hacia los demás genera una respuesta en el entorno, que al ser positiva vincula a los seres humanos de manera positiva, más en un mundo donde está lleno de demasiada rudeza y vulgaridad en estos tiempos, pues las gente no logra usar modales básicos ni mostrar respeto por los demás. Comienza diciendo gracias por gestos pequeños que otras otras personas hacen por ti o al recibir detalles menores, valora lo que hace los demás y muestra una sonrisa cálida donde sea para crear un ambiente agradable.
3- Sé una mujer bien hablada
El lenguaje es una cualidad muy importante del ser humano el cual no se debe descuidar en su retórica y esto es fundamental si quieres ser una mujer elegante, pues la manera en la hablas influye en la impresión que dejas en los demás jugando un clave en la manera en cómo conectas con las personas, de ahí que se demuestra la inteligencia e ideas.
4- Mantén una apariencia de buen gusto
La buena presencia, el ser y sentirnos agradables a la vista de los demás, nos hace personas más seguras lo que mejora en gran medida el desarrollo personal, profesional y social. Por eso: luce siempre presentable sin importar a donde vayas; vístete para la ocasión apropiadamente; sé modesta llamando la atención por tu sencillez y dignidad, si deseas ser elegante y sofisticada mantente alejado de un atuendo notorio; y trata que los detalles estén en buen nivel, es decir, el maquillaje, le cabello, la ropa sin arrugas, olores a fresco, etc.
5- Cultiva conocimiento
Mantente en actividades que te enriquezcan tanto en lo personal como en lo profesional aprovechando el tiempo a leer literatura, escuchar audiolibros y podcast para nutrir tu intelecto, pues una mujer elegante posee varios talentos como saber algunos idiomas, bailar, pintar, tocar instrumentos musicales, practicar deporte, etc., así que trata de repartir mejor tus horarios minimizando el consumo de Netflix o redes sociales.
6- Muestra tus modales y etiqueta
Los buenos modales son importantes porque de ellos depende nuestro desempeño como personas cultas y educadas para desenvolvernos en la sociedad en un ambiente normal y con valores. La etiqueta y los modales al igual que otros comportamientos culturales evolucionan para adaptarse a cada tiempo, pues estos nunca deben pasar de moda al igual que la moda.
7- Refleja un estado de ánimo elegante
Una mala postura puede interpretarse como falta de confianza y en ocasiones puede llegar a confundirse con falta de interés mientras mantienes una conversación. Todos pasamos mucho tiempo frente a la computadora que en combinación con una vida sedentaria, esta postura del cuerpo medio inclinado se convierte en nuestra posición habitual, sin embargo, hay muchas maneras de mejorar este problema, tomando algún tipo de clases de baile, atletismo yoga, flexibilidad o ejercicios de fuerza, lo importante es elegir el mejor método y convertirlo en un hábito.