Como padres en muchas oportunidades nos encontramos en el dilema de cómo criar a nuestros hijos. Queremos que estén bien, que sientan amor y apoyo de parte nuestra. Sin embargo, en muchas ocasiones no sabemos cómo demostrar ese cariño que sentimos y más si nuestros hijos han tenido conductas agresivas con otros niños, hacen una rabieta o tienen un comportamiento inadecuado en el colegio.
Ninguno de nosotros duda en abrazar a nuestros hijos cuando los vemos vulnerables o se han lastimado, no obstante, cuando hay alguna de esas conductas que no son positivas nuestro último pensamiento es un abrazo. En esos instantes tenemos en mente la mejor forma de reprenderlos, sea ignorándolos o quitándoles su juguete favorito. No nos sentamos a pensar que en muchas oportunidades ese tipo de conductas negativas de parte de los niños son porque se sienten en la necesidad de llamar nuestra atención.
Es necesario entender que cuando ellos adoptan un comportamiento negativo es porque detrás hay un montón de emociones que el niño seguramente está experimentando y no puede expresar de forma fácil a través de las palabras. Es posible que nuestros hijos estén sintiendo un gran nivel de estrés y ansiedad y no lo entiendan, situación que los impulsa a portarse de forma inadecuada. Sin embargo, ninguno de ellos va a tener la seguridad de decirnos cómo se sienten si lo que hacemos es castigarlos y reprenderlos.
En ese orden, para ver más allá de sus malas conductas se requiere un momento de profunda conexión y empatía que será difícil de logar a través de un castigo, es en este punto donde los abrazos cobran mayor relevancia puesto que nos permiten criarlos desde el amor. Esa educación desde el amor va a ser decisiva para su vida adulta porque se va a reflejar en su aprendizaje, su bienestar, su personalidad y la forma en que se relacionan con los demás.
Por eso en la lista que te dejo a continuación verás algunos de los más grandes beneficios que traen los abrazos en la crianza de nuestros hijos.
1-Estimulan el desarrollo neuronal
Desde bebés nuestros hijos requieren de un contacto piel con piel para su crecimiento ya que es a través del tacto empiezan a conocer el mundo. Un abrazo desde la infancia permite la estimulación necesaria para un cerebro joven. Además, el abrazarlos desde pequeños los acostumbra al contacto físico que tendrán en las otras etapas de su vida.
2-Son un camino hacia el bienestar
Un abrazo hace que la conexión que existe entre padres e hijos sea más fuerte pues aumenta su confianza y bienestar. Asimismo, los convierte en seres humanos más empáticos y ayuda al desarrollo de su personalidad.
3-Aporta seguridad y protección
Los niños requieren ser reafirmados emocionalmente de forma constante, en ese orden los abrazos tienen el poder de tranquilizar a nuestros hijos cuando se sienten angustiados, de algún modo ellos se sienten protegidos. En palabras más simples, un niño que recibe abrazos y caricias desde la infancia será más sano y seguro de sí mismo.
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4-Aumentan la felicidad
En el momento en que abrazamos a nuestros hijos ellos liberan oxitocina, conocida también como la “hormona del amor”. Dicha hormona genera una sensación de extremo confort y felicidad en su cerebro.
5-Reducen la ansiedad y el estrés
Cuando hay contacto físico cariñoso de parte nuestra hacia ellos se reduce el nivel de cortisol, la hormona que controla el estrés. Además, a través del abrazo fortalecemos el sistema inmune de nuestros hijos pues se aumenta la producción de glóbulos blancos.
6-Fortalecen nuestros lazos de comunicación
Los abrazos nos ayudan a conectar con nuestros hijos de una forma más profunda. Con un abrazo ellos saben que nuestra relación está más allá de las palabras, eso permite que al momento de un conflicto la comunicación sea más efectiva.
Para finalizar, debo decir que ese tipo de abrazos son deseados por nuestros hijos, lo que significa que debemos enseñarles autonomía corporal, eso significa que ellos deben saber cómo rechazar cortésmente todo contacto físico con el que no estén de acuerdo o no se sientan cómodos.