El recorrido hacia la consecución de una titulación académica puede ser un camino arduo, sin embargo, cuando se añade el propósito de preservar y enaltecer las culturas indígenas, la travesía se convierte en una noble y valiente empresa. Dos ejemplos inspiradores de este recorrido son los de Dina Adriana Cardoso Salvador y Josefina Isabel Villalobos, ambas mujeres indígenas que han conseguido su titulación de manera exitosa.
Dina Adriana Cardoso: Cultivando el Legado del Náhuatl
Dina Adriana Cardoso Salvador se ha convertido en un faro de triunfo y celebración tras la exitosa presentación de su examen profesional en la Universidad Pedagógica Nacional (UPN), Morelos. Este evento marca su graduación y la obtención del grado de licenciatura en Educación Primaria para el Medio Indígena, y también es el resultado de un esfuerzo riguroso y tenaz que merece nuestra admiración.
Su tesis, “Iljuitl, ze’tlamachiliztle tlin ika niktzontekontlaliz notekio iwan ijkon niktlakaitaz niman okzejpa nikyoltiliz nonantlajtol nahuatl”, que en español significa “El festejo, una propuesta de aprendizaje para valorar y revitalizar la lengua náhuatl”, muestra su pasión y compromiso para la revitalización de la lengua náhuatl. Las imágenes de su examen profesional, donde Dina se encuentra firmando y rindiendo protesta, son un testimonio de su dedicación y del logro alcanzado.
Esta victoria ha sido celebrada con entusiasmo y aprobación en las redes sociales, con comentarios que destacan su logro y su contribución al mantenimiento de las lenguas indígenas.
Josefina Isabel Villalobos: Una Defensora Rarámuri
Por otro lado, la historia de Josefina Isabel Villalobos es igual de impresionante. Como mujer rarámuri, se graduó en la licenciatura en Derecho de la Universidad Regional del Norte, convirtiéndose en un símbolo de orgullo para su pueblo. La población rarámuri, una etnia que ha mantenido sus tradiciones y costumbres intactas a lo largo de los tiempos, ahora celebra un logro académico más en su haber.
Josefina, originaria de Remoybo, municipio de Bocoyna, se ha convertido en la primera mujer rarámuri de su generación en obtener una licenciatura. Su graduación, llevada a cabo el 15 de octubre en el pueblo mágico de Creel, fue un evento de alegría y conmemoración, donde Josefina se destacó como la única rarámuri que recibió su título como defensora.
La historia de su éxito fue compartida por Jaime Armendáriz, otro miembro de la comunidad rarámuri, quien a través de su labor en fotografía y comunicación en Gobierno del Estado de Chihuahua, se dedica a dar a conocer las historias de éxito de su pueblo.
Las historias de Dina Adriana Cardoso y Josefina Isabel Villalobos nos enseñan la importancia de la perseverancia, la dedicación y el amor por nuestras raíces. Ambas son ejemplos vivientes de que es posible superar cualquier obstáculo para alcanzar nuestros sueños, incluso mientras trabajamos para preservar y valorar nuestras culturas indígenas.
Debemos celebrar y compartir estas historias de éxito, ya que no sólo son un testimonio del trabajo duro y la perseverancia de estas dos mujeres, sino también son un llamado a valorar y respetar las lenguas y culturas indígenas. Enhorabuena a Dina y Josefina por sus logros, y que sigan sirviendo como inspiración para muchas más generaciones.