Con la llegada de una nueva época, no solamente cambien nuestros looks tinte o manicuras, sino que también debe cambiar la rutina de nuestra belleza. Por ejemplo, debemos recurrir a algunos hábitos saludables, para que nuestra piel luzca sana y saludable, más aun si se trata de la piel del rostro, pues es la ventana y fachada de nuestra apariencia en general.
En la temporada de otoño, los días son más cortos, el aire vuelve a ser un poco más fresco, en ocasiones bruscos y las temperaturas son templadas pero agradables. Salir a disfrutar de un buen clima nos motiva hacerlo todos los días y de esta manera, vamos a exponer más nuestra piel al ambiente, pero también es importante, dedicar tiempo en casa y cuidar nuestra piel.
Posiblemente te estás preguntando cuáles son los cuidados para la piel en esta época y no es nada del otro mundo. A continuación, te dejaremos unos consejos para que los sigas al pie de la letra y tu rutina de belleza no deje de ser prioridad.
Preparar la piel
Lo primero y más importante, es preparar la piel para la temporada de otoño, las condiciones climáticas cambian las necesidades de la piel, pues hay una bajada de temperaturas y esto hace que produzcamos menos cantidad de sebo, es decir que la piel necesita mayor hidratación para esta temporada. Es por ello, que aunque sí necesitamos mantener limpia la piel, libre de impurezas y agentes externos como la suciedad, debemos recurrir a un limpiador facial que también nos brinden humectación y que no sea tan abrasivo con la piel.
Es importante reforzar la barrera cutánea, para que nuestra piel esté fuerte e hidratada y pueda enfrentar los cambios climáticos. Por ejemplo, una hidratación con un buen sérum o una mascarilla hidratante, que a la vez nos ayude a limpiar seria magnifico.
Cambia de jabón o limpiador
Si actualmente estás usando un limpiador en gel para tu cara, que te ayude con el exceso de brillo o un jabón que tenga gránulos y que también usas para el cuerpo, debes cambiarlo, pues en el otoño el cuerpo ya no suda tanto como en el verano y necesitamos un limpiador que no tenga tantas sustancias químicas y que además nos ayude a humectar la piel en general, en vez de atacar el sebo que necesitamos para tener una piel bien hidratada.
Por ejemplo, en este caso, de las aguas micelares podrían ser una buena opción, ya que se sienten muy ligeras sobre la piel y ayudan a exfoliar sin hacer ningún daño a la cara. Para tus manos y el resto del cuerpo, puedes recurrir a jabones que lleven aceites humectantes y naturales.
No descartes el uso de bloqueador solar
El bloqueador solar es un cosmético que es infaltable en nuestra rutina de belleza, de hecho en todo el año. Aunque en el otoño las temperaturas ya son un poco más bajas, aun así el viento puede quemar nuestra piel. Otra de las ventajas de usar bloqueador, es que es un truco anti envejecimiento infalible para nuestra piel. De esta manera, vamos a evitar o disminuir la aparición de arrugas y manchas provocadas por el sol rayos uva y vientos.
Cremas extra humectantes
Incluso si puedes usar dos cremas diferentes, sería muy provechoso. En el otoño vamos a necesitar productos que nos ayuden para tener una piel hidratada, bonita y luminosa. Por ello, una hidratación adecuada es importante. Para el rostro, puedes apoyarte con serums y para el resto de la piel, busca cremas con avena o aceites naturales. Pero también es importante que sigas bebiendo mucha agua y ayude a la hidratación de todo tu cuerpo, la cantidad recomendada es 8 vasos al día, que puedes combinar con infusiones herbales como manzanilla, té verde o té blanco.
Exfoliación
El ambiente y agentes externos, hacen que se acumulen células muertas en la piel y puedan interferir con la hidratación en general. Por ello, para una piel sana y bien cuidada, necesitamos tener una rutina de exfoliación corporal, que sea por lo menos una vez a la semana. Recurre a un exfoliante suave, que no irrite la piel y que contenga ingredientes nutritivos, como la Vitamina E o aceite de oliva.
No laves tan seguido el cabello
En otoño, el cuero cabelludo no suda tanto como en verano, ni sufre daños como baños de la playa, que nos obligaba a lavarlo seguido. Como no se engrasa tanto, podemos dejar más días sin lavarlo y más bien dejamos que nuestro cabello mantenga su humectar natural. Eso sí, trata de que los baños sean con agua fría.