Los celos suelen ser naturales de vez en cuando; sin embargo, estos llegan a jugar una mala pasada en las relaciones, ya que muchas veces son los imaginarios los que crean historias donde no las hay, por ende volvemos sanas relaciones en tóxicas, controladoras y manipuladoras por ideas y en gran parte de los casos desconfianza.
Aquí te dejamos algunos consejos que te ayudarán a llevar relaciones sanas y saber identificar tus propios límites con respecto a estos.
1- Identificar el problema
Lo primero es identificar las emociones, no podemos aprender a controlar o manejar algo que no reconocemos. Los celos dañan a ambas partes de la relación y a la misma, por lo que muchas veces estos terminan por dañar completamente la unión.
Por ahí dicen que el que busca encuentra, pero no se trata de buscar algo en sus redes sociales, teléfonos, mensajes, correos o llamadas, sino detener la certeza de qué persona tienes al lado para que no tengas que invadir los espacios del otro o crear historias donde probablemente no las hay.
2- Confianza en sí mismo
Los celos suelen darse por la desconfianza que tenemos en nosotros mismos. Creemos que hay alguien más lindo, más inteligente, más capaz e incluso hasta más digno, pero ¿Por qué se da esto? la respuesta es sencilla: Inseguridad y baja autoestima.
Compararnos con otras personas es una gran autolesión, siempre habrá alguien más inteligente, con cualidades que nosotros no tenemos, porque nadie es perfecto y cada individuo es eso, individual. Tenemos características únicas y debemos estar seguras de que eso es justamente lo que hace que nuestra pareja esté a nuestro lado.
Esta desconfianza puede traducirse en miedo a no ser suficiente, miedo al rechazo, al abandono, a ser “insuficiente”; sin embargo, si algo de esto se da no es culpa de nosotros o nuestra apariencia, es decisión de la otra persona y tener confianza en sí mismo ayuda a aceptar esa decisión y tener la capacidad de no culparnos por lo que el otro quiere
3- Primero tú
Cuando nuestras relaciones se vuelven espacios de posesión y desconfianza, gastamos toda nuestra energía en controlar la vida del otro: dónde está, con quién está, con ella no sales, etcétera, y nos olvidamos a nosotros mismos.
Enfócate en ti, cuida de ti y piensa en ti. Dedícate tu tiempo en hacer cosas que te agraden, en mejorar como persona e incluso en trabajar aquellas cosas que siente que te impiden llevar una relación sana, como trabajar en la confianza y la autoseguridad.
4- Confía en que podrás aceptar la ruptura
Los celos hacen parte de ese control por las decisiones del otro, entre ellas está el querer ser su única atención, que tú seas el centro de su mundo.
No pienses en que te dejará ni creas que con su ausencia morirás, volvemos al punto número dos, confía en ti. Como mencionamos en el tercer punto, las relaciones no deben consumir toda nuestra energía.
Por lo que es importante identificar qué cosas nos gusta hacer, en qué invertimos nuestro tiempo y energía, para que en la ruptura no te encierres como si fuera el fin del mundo, ya que tienes toda una vida aparte de esa persona.
5- No te guíes por las redes sociales
Las apps sociales están llenas de información perjudicial que crea imaginarios casi irreales, donde todos quieren aparentar una vida perfecta, una relación perfecta y sobre todo un cuerpo de ensueño.
Si entramos a ver imágenes podemos encontrar likes de nuestra pareja, pero esto no debería representar una amenaza o bandera roja, sino que es nuestra inseguridad la que hacemos reflejar en estos medios.
Deja el espacio de tu pareja, puede ver mil cosas en internet que al final son idealizaciones de la realidad tergiversada y manipulada para lo que quieren mostrar, al igual con tú con celos que ves lo que quieres ver.
6- Los celos son un círculo vicioso
Como hemos dicho a lo largo de este post, los celos suelen ser imaginarios tergiversados de la realidad, ya sean por inseguridad, desconfianza u otras razones; por lo que tus emociones se basan en tus pensamientos y no en las acciones del otro.
Es por ello que suelen dañarse las uniones, porque no estás valorando los actos del otro sino que estás creyendo en lo que tus emociones guían. Reaccionas con miedo por algo que aun no ha pasado y tal vez no pase, te enojas o pones a la defensiva con antelación incluso sin que la otra persona entienda qué pasa
7- ¡Confía en tu pareja!
Si no hay confianza, no hay nada. Si esa persona te genera miedos, inseguridad, intranquilidad, no te quedes ahí minimizando las emociones del otro al que vuelves indigno de tu confianza.
Ambos deben confiar y estar seguros de a quien tienen al lado.