¿Deseas aumentar tu inmunidad?. Para que esto suceda se necesita de un equilibrio que solo es posible a través de hábitos más saludables y una que otra ayudita extra, preciso de lo que te hablaremos a continuación. También es muy importante que recuerdes tomar medidas para evitar el contagio de infecciones, debes lavarte las manos con frecuencia, así como cocinar las carnes a fondo. Si de verdad realizas varios cambios en tu estilo de vida podrás ver que fortalecer las defensas naturales de tu cuerpo es más fácil de que lo que alguna vez pensaste.
1-Sigue una dieta saludable
El primer paso para que tu organismo realice todas sus funciones de la manera correcta es cuidar de tu alimentación. Las frutas, verduras, nueces y semillas tienen antioxidantes que ayudan a disminuir la inflamación. Esto se debe a que logran combatir compuestos como los radicales libres. La inflamación crónica está relaciona con numerosas enfermedades, entre las que se encuentra el cáncer, problemas cardíacos y Alzheimer.
La fibra que también está presente en estos alimentos favorece la salud intestinal al alimentar la comunidad de bacterias beneficiosas del intestino. La mayoría de frutas y vegetales también son ricas en vitamina C, lo que puede ayudar a reducir la duración del resfriado común. Está es otra gran razón para aumentar su consumo.
2-Incluye alimentos fermentados
Consumir productos fermentados es muy útil a la hora de cuidar de tu salud, ya que son ricos en bacterias beneficiosas llamadas probióticos que pueblan el tracto digestivo. Varios estudios afirman que las bacterias intestinales podrían ayudar a las células inmunitarias a diferenciar entre células sanas y organismos invasores dañinos. Algunos ejemplos de alimentos a incluir son el tradicional yogur, el kéfir, chucrut, kimchi y natto.
3-Realiza ejercicio moderado
El ejercicio es una de las claves para llevar una vida sana. Esto se debe a que mejora la salud cardiovascular, favorece el control del peso y estimula tu sistema inmunológico para reducir el riesgo de enfermedades. Se dice que ser constante en la actividad física puede disminuir la inflamación y ayudar a que las células inmunitarias se regeneren con regularidad. Incluso varios estudios indican que puede aumentar la efectividad de las vacunas.
Algunos ejemplos incluyen caminar a paso ligero, trotar, nadar y andar en bicicleta. Trata de escoger los que más te llame la atención e inviten a estar más activo. De acuerdo con los especialistas lo recomendable para la mayoría es realizar al menos 150 minutos de ejercicio en la semana. Lo que podría apuntar a 30 minutos diarios.
4-Bebe mucha agua
La hidratación es fundamental para tu salud. De lo contrario puedes experimentar dolores de cabeza frecuentes e interferir en el rendimiento físico. De la misma manera afecta la capacidad de concentración, el estado de ánimo, la digestión, la función hepática y renal. Todo esto aumenta el riesgo de enfermedades crónicas.
La cantidad de líquido varía de acuerdo a las necesidades en cada persona. Quizás necesite más cuando realizas actividad física intensa, vives en un clima cálido y con edad, al pasar los años se necesita beber más líquidos así no se tenga sed. Es mejor consumir agua pura y limitar la ingesta de jugos de fruta y té endulzado.
5-Maneja los niveles de estrés
Aprender a controlar los niveles elevados de estrés también es clave para estar saludable, pues vivir con ello a largo plazo promueve la inflamación, así como desequilibrios en la función de las células inmunitarias. Algunas actividades para manejar el estrés y la ansiedad son la meditación y el yoga, de lo que existe mucha información en internet. También disfrutar de la naturaleza, escribir en un diario o buscar ayuda por parte de un profesional.
6-Duerme lo suficiente
Tener el descanso adecuado puede ayudarte a fortalecer tu inmunidad de forma natural, por si no te has dando cuenta es una de las estrategias para promover el alivio cuando te sientes enfermo. Los adultos deben tratar de dormir al menos 7 horas cada noche. Mientras que los adolescentes necesita de 8 a 10 y los niños pequeños hasta 14 horas. Algunas forma de mejorar la calidad del sueño es evitar la exposición a las pantallas una hora antes de dormir, que la habitación esté oscura, bañarse y acostarse la mayoría de las veces a la misma hora.
7-Consume grasas saludables
Incluir grasas saludables como la del aguacate en cada uno de tus platos ayuda a estimular la respuesta inmunológica del cuerpo a los patógenos reduciendo la inflamación. El aceite de oliva tiene propiedades antiinflamatorias que puede disminuir el riesgo de enfermedades como las cardíacas, diabetes tipo 2. El combatir virus y bacterias que comprometen la salud. Los ácidos grasos omega 3 que están presentes en pescados como el salmón y varias semillas también logran combatir la inflamación crónica.
8-Limitar los azúcares añadidos
Dentro de un estilo de alimentación saludable se debe limitar el consumo de todos aquellos productos con azúcares añadidos y carbohidratos refinados. El abuso de estos alimentos contribuye al aumento de peso y la obesidad, lo que también eleva el riesgo de enfermarse. De esta manera se crean las condiciones perfectas para que el sistema inmunológico esté debilitado. El consumo de azúcar debería estar en menos del 5% de las calorías diarias. Esto equivale en alrededor de 2 cucharadas en una persona con una dieta de 2.000 calorías.