Cuidar y controlar la aparición de texturas, machas y arrugas en la piel puede ser algo difícil si no tenemos un mínimo conocimiento de las cosas que afectan directamente la epidermis y la dermis. Es por ello que es importante entender qué cosas hacen parte de una piel sana y nutrida.
Así que te dejamos algunas reglas que no debes romper si quieres llegar a los 30 o 40 con una piel linda, sana, nutrida y sin arrugas.
1- Alimentación sana y equilibrada
La piel necesita estar nutrida e hidratada para evitar la oxidación que causan las toxinas y radicales libres del ambiente.
El rostro es por sobre todo una de las áreas más sensibles y más expuestas, así que necesita con mayor intensidad la presencia de antioxidantes (moléculas con la capacidad de neutralizar los radicales libres), vitaminas, minerales, entre otros nutrientes.
La alimentación sana debe contener alimentos como frutas, verduras, legumbres, carnes, frutos secos, omega 3 y mucho consumo de agua para la correcta hidratación del cutis.
2- Dormir bien
Descansar correctamente es fundamental para que la piel esté saludable, esto debido a que durante las horas de sueño el organismo segrega sustancias sustancia que ayudan a la regeneración de las células, estas son las que ayudan a mantener la piel joven y en buen estado.
Si queremos que nuestro descanso pueda realmente hacer la función regeneradora es necesario dormir las recomendadas 8 horas diarias sin interrupciones. Sin descanso suficiente se provoca un avance rápido en el envejecimiento de la piel y de desarrollar bolsas y ojeras.
3- Proteger piel del sol
El sol es necesario para los seres vivos, tanto plantas, como animales y humanos necesitamos de su presencia, estos nos aportan muchos beneficios como la activación de la circulación, fortalecimiento de huesos, refuerzo del sistema inmunológico, equilibrio del sistema nervioso, buen estado de ánimo, antidepresivo, etcétera.
Pero por otro lado existen los efectos contraproducentes provocados por los rayos UV que promueve el 80% del envejecimiento prematuro del cutis.
La piel tiene la capacidad natural de protegerse de los rayos ultravioletas a través del bronceado y engrosamiento de epidermis; sin embargo, esto tiene un límite que al pasarse provoca lesiones permanentes en el cutis.
La exposición al sol puede provocar: bronceado, eritema solar, envejecimiento de la pies, pigmentación e incluso puede traer consecuencias mucho más graves como el cáncer de piel.
Es por esto que protegerla se vuelve algo indispensable, tanto con productos como con accesorios y elementos como gorras, sombreros, pañoletas, lentes y demás.
4- Hidratar la piel
Ya vimos que una de las claves para mantener la piel hidratada, sana y en buen estado es la alimentación saludable; sin embargo, existen otros recursos que pueden ayudarnos a promoverla, este es el exceso consumista del agua y el uso de cremas hidratantes.
Las cremas nos ayudarán a mantener la epidermis hidratada con un buen producto, pero el consumo de agua, frutas, verduras (especialmente las que tienen alto contenido de licopenos y betacarotenos como los tomates, zanahorias y sandías), nos ayudan a hidratar la piel de adentro hacia afuera, preparándola ante la exposición al sol.
5- No fumar
La nicotina y productos químicos provocan estrés oxidativo al igual que la contaminación, esto provoca que la piel envejezca rápidamente. El consumo del cigarrillo y químicos seca la piel y reduce la cantidad de flujo sanguíneo de la misma, disminuyendo su oxigenación y nutrientes necesarios para la hidratación.
Estas toxinas también afectan las células, encargadas de regenerar la piel, por lo que aumentamos la probabilidad de contener arrugas y manchas.
6- Ejercicio regular
El ejercicio motiva y promueve la regeneración de la piel y conservación en excelentes condiciones por lapsos más extensos de tiempo.
Al practicar algún deporte el organismo elimina sustancias tóxicas encargas de dañar la piel, además de que el ejercicio ayuda en la tonificación, por lo que controla la flacidez y otros factores influyentes en el envejecimiento del cutis.