Está bastante claro que realizar algunos cambios en los hábitos ayuda a mejorar la calidad de vida. Sin embargo, no solo se trata de buena alimentación y ejercicio físico, existe una manera de trabajar la mente para que fluya la creatividad, también se reduzcan los niveles de estrés y con ello seas una persona más productiva. Sobre todo si eres un emprendedor. Se trata de la meditación, este es un simple, pero efectivo ejercicio que puede ayudarte a convertir esas ideas en propuestas bien desarrolladas. De hecho, numerosos estudios afirman que dedicar unos 30 minutos al día en la meditación logra mejorar la concentración, la memoria y la flexibilidad cognitiva.
Si ejercitas tu cerebro a través de este tipo de ejercicios puedes hacerlo más fuerte e innovador de lo que era en días anteriores, incluso muchas empresas utilizan la meditación para ayudar a sus empleados en aportar nuevas ideas. Esos 30 minutos en casa o en la oficina son el sustituto perfecto a las tradicionales sesiones de lluvias de ideas, pues es una gran opción que ha existido durante miles de años, pero que pocos toman en cuenta. Aunque requiere de la práctica de forma frecuente, es fácil de aprender y generará recompensas cada vez mayores.
¿Por qué es importante la meditación?
Se dice que la meditación desencadena ondas cerebrales de alta frecuencia relacionadas con la atención y la percepción, lo que favorece la creatividad. Esto es muy importante para tu negocio, así como en muchos empleos, siempre que sea parte de tu rutina semanal o diaria. Es probable que después de una sesión tengas esa energía creativa, escuches con más atención a los demás y seas capaz de sintetizar ideas en un plan de acción.
Recuerda que la chispa de la creatividad se enciende cuando estás listo para salirte de tu propio camino, dejando a un lado las nociones preconcebidas y las distracciones internas a causa de las preocupaciones que surgen con el día a día. Es decir que la creatividad proviene de un estado mental inducido por la meditación.
Es importante que durante las sesiones te alejes de las llamadas, citas y otras interrupciones, ya que debes concentrarte en tu respiración y dejar ir todos los demás pensamientos. Para ello se necesita práctica y disciplina, así que no deberías preocuparte, pues la capacidad de dejarse llevar aumentará con el paso del tiempo.
Cómo empezar a meditar
Existen muchas formas de meditar, solo es cuestión de encontrar la técnica que mejor funcione para cada persona. Puedes empezar sentado, ya sea en una silla o con las piernas cruzadas en el piso, asegúrate que tu espalda se encuentre erguida, al igual que tu cabeza y la barbilla hacia adelante. Ahora cuenta tus respiraciones, al exhalar cuenta en silencio uno, luego dos al inhalar, así hasta llegar a cuatro y luego regresa a uno.
Si tus pensamientos comienzan a desviarse o te encuentras contando más allá de cuatro, vuelve a uno. También puedes mantener los ojos abiertos, ya que para muchas personas dejar los ojos cerrados puede llevarlos a distraerse con ciertos pensamientos. Trata de mantener la mirada fija en la llama de una vela o la imagen de un agradable paisaje, incluso repetir un canto como el Om puede ayudar a mantener la mente clara y enfocada.
Empieza a meditar de 10 a 15 minutos dos o más veces por semana. Después ve aumentando de forma gradual el tiempo de cada sesión hasta llegar a los 30 minutos recomendados varias veces por semana. Además, puedes obtener ayuda de entrenamiento con diferentes videos de los que se encuentran en internet, que ofrecen meditación guiada durante todo el tiempo que quieras. Solo busca el espacio más cómodo posible.