En nuestro afán por ser padres perfectos e inculcar la mejor educación a nuestros hijos, a veces caemos en errores, que no nos damos cuenta y que a futuro, van a afectar su desarrollo emocional y psicológico, que influye gran manera en su personalidad. Es claro, que todos los padres siempre vamos a querer que nuestros hijos se sientan bien consigo mismos, y a veces los queremos llevar hacia la perfección, o por el contrario nos vamos a otro límite como al castigo y generamos en ellos inseguridad, aumentamos su ansiedad o incluso buscamos que nuestros hijos sean perfectos, que este último es un gran error.
Por el contrario, debemos encargarnos de que nuestros hijos sean confiados y seguros en sí mismos, de manera que sean menos ansiosos tengan una mayor resiliencia y mejoren las relaciones con las personas más cercanas y sean más sanas. Hoy en este artículo, queremos contarte cuáles son esos 7 errores de crianza que pueden destruir la confianza y la autoestima de los niños y así puedas evitarlos. Léelos atentamente.
1- No permitirles cometer errores
Ver a nuestros hijos fallar o caer en errores es difícil, lo sabemos, pero si nosotros como padres no dimensionamos que incluso nosotros cometemos un montón de errores a diario, no podemos creernos la idea de que ellos no van a cometer errores, más aún cuando se encuentran en un proceso de crianza. Por ello, algunos padres recurren a salvar a los niños para que no caigan en el error, pero nosotros mejor que nadie, sabemos que caer en el error es aprender de él y no volver a cometerlo. Debemos darle la oportunidad de que conozcan el error y ellos mismos sean los que aprendan la lección. Sea cual sea el error, siempre será una oportunidad para que tu hijo pueda desarrollar fuerza mental y pueda hacerlo mejor la próxima vez.
2- Alentar a una condición de victima
Todos los padres independientemente de nuestras condiciones económicas y sociales, siempre vamos a tener situaciones difíciles, en las que se pueden ver inmersos nuestros hijos, pero no por ello, vamos a reforzar a nuestro hijo a que en las circunstancias de la vida sea la víctima y alimentar una mentalidad de un entorno pobre o enaltecer una situación negativa, para que él se sienta mal o sea la víctima. Más bien, debemos encargarnos de que nuestros hijos puedan tener el control de su vida y tomar medidas positivas sin exagerar las desgracias o generar lástima.
3- Pensar en hijos perfectos
Qué padres no van a querer hijos perfectos, ¡pero esto no va a suceder! Somos seres humanos y siempre hay falsas expectativas, que no son saludables ni para nosotros, ni para nuestros hijos. El hecho de que nosotros ya tengamos una experiencia, y queremos que nuestros hijos no cometan los mismos errores que cometimos, es una idea totalmente errada. Incluso esto hará que nuestros hijos se sientan frustrados por no alcanzar las metas que les proponemos. En su lugar, bríndales el espacio de que sean ellos quienes logren sus metas a su medida y que tú seas ese apoyo incondicional, más no una persona autoritaria que le pide perfección.
4- No exigirles responsabilidad y dejarles pasar sus deberes
Otro de los límites que pueden ir al otro lado de la balanza, es no exigirles responsabilidad y dejarlos escapar de sus deberes. Labores como los del hogar son muy importantes y desde allí, empieza una buena educación para que nuestros hijos sean mejores ciudadanos y personas. Es importante que ellos tengan claro que tienen tareas, que son apropiadas para su edad y que en el hogar, también hay reglas que deben cumplir.
5- Protegerlos de sus propias emociones
Por ejemplo, como padres pero también como personas, hemos pasado por situaciones amorosas difíciles y queremos que nuestros hijos también evadan estas circunstancias, pero realmente son emociones que nuestros hijos necesitan vivir. Desde la tristeza hasta el enojo, son emociones que ellos necesitan para desarrollar su personalidad y a las que se reacciona de manera natural. Y aunque no lo creas, que ellos vivan estos momentos, les va a permitir un buen desarrollo en su autoestima e inteligencia emocional. Lo que debes hacer, es orientar a tu hijo para que identifique cual es la situación que desencadena esa emoción y enseñarles cómo autorregularla.
6- La sobreprotección
Como padres, somos cuidadores responsables de nuestros hijos, pero no podemos ser un policía que tiene a su hijo encerrado en una cárcel o en una burbuja sobreprotectora, que lo que va a hacer es generar ansiedad no solamente en ti sino también tu hijo. Permítele que pueda experimentar la vida, desarrollar sus habilidades y capacidades y ser independiente, esto hará que tu hijo gane confianza en sus capacidades y pueda enfrentarse a los desafíos de la vida.
7- Castigos siempre
Hay una diferencia grande entre castigar y disciplinar. Enseñarles a nuestros hijos que hay que pagar las consecuencias de sus actos, no quiere decir que debamos estar castigando y mucho menos golpeando todo el tiempo. Esto no solo hará que tu hijo tenga temor de cometer errores, sino también se sentirá como una mala persona.