Cuando nos preguntan si amamos a nuestros hijos, no tenemos que pensarlo tres veces para confirmar esta pregunta. Un hijo es lo más preciado para sus padres, es el tesoro más grande y por ellos, se haría cualquier cosa. Amarlo será uno de los pilares más grandes, hacerlo de manera incondicional y plena es uno de los deseos y anhelos de cualquier padre. Aunque en algunos casos, por alguna circunstancia llegan hijos que no son deseados o a padres inseguros que no están preparados para serlo, y el problema no es que estos niños no puedan salir adelante solos, sino las secuelas y daños emocionales que puede generar la falta de afecto de los padres.
Incluso algunos niños, pueden nacer en hogares en los que aunque si hay padres, no cuentan con la capacidad ya sea emocional o sentimental, económica o de otro ámbito, para hacerse cargo de sus hijos y simplemente, lo hacen por mera responsabilidad, alejándose de cosechar amor en los corazones de sus hijos. Acá te dejamos un listado de las consecuencias que pueden generarse, por la falta de amor de sus padres en los corazones de los hijos.
1- Problemas de concentración
Sabemos que la concentración es importante para realizar cualquier actividad, en especial para los niños, que se encuentran en un proceso educativo y aprendizaje. Cuando un niño no se siente amado, se refleja en algunos sentimientos y actos como por ejemplo, no poder concentrarse en actividades durante un largo periodo y que le cuesta fijar su atención. Esto es un signo de un niño que se siente rechazado.
Un sentimiento de tristeza, ansiedad o depresión, impide poder disfrutar de aprender cosas nuevas, al igual que falta de motivación e interés, y en los niños es mucho más grande este sentimiento. Cuando esto suceda, no podemos juzgar a los niños, nunca se juzga por los sentimientos, así estos afecten actividades importantes.
2- Impulsos y ansiedad
Los niños siempre van a querer ser el centro de atención, ese foco principal de sus padres, y si ganarse el afecto de sus padres implica un comportamiento lleno de ansiedad e impulsivo, no dudarán en hacerlo, pues no saben cómo reaccionar ante aquellas situaciones que la vida le pone, en este caso rechazo de sus padres. Se trata de niños que no tienen un comportamiento con patrones determinados y actúan de manera impulsiva, es decir que la impulsividad se convierte para ellos, en el pan de cada día y en una norma.
3- Llamar la atención siempre
Claro, es lógico, un niño que no recibe atención y afecto de sus padres, va a encontrar la manera de que ellos fijen sus ojos en él, va a intentar buscar ese cariño lo que le cueste. Por ejemplo, va a querer exagerar en emociones o va a inventarse alguna situación negativa, para que sus padres lo atiendan y hagan caso a sus solicitudes. No hay que dudar que un niño que quiera llamar la atención, puede orinar de nuevo en su cama estando grande, o cualquier otro acto que no sea acorde a su edad.
4- Tristeza siempre
En los niños es mucho más fácil saber cuando están tristes, porque puede que no se ilusionen o se animen por vivir nuevas experiencias, que cada actividad que realicen en el hogar no sea interesante, y que ande desanimado y con una apariencia apagada. La tristeza puede llevar a que el niño se encierre en mí mismo, haciendo una barrera protectora que lo protege de su entorno, alejándolo de todas esas cosas que son importantes para él. La falta de amor, deja grandes huella en el corazón.
5- Miedos y fobias
Cualquier niño que no se sienta protegido de sus padres y que le falta amor, no va a tener ningún temor en enfrentar la vida, por el contrario es un niño que es inseguro y que no se siente amado, que va a encontrar en todo lugar amenazas y miedos, de personas, cosas o lugares, será un niño indefenso y desamparado. Todo se convierte en un círculo vicioso, en el que el niño se apodera de muchos más miedos, se va a sentir solo y refuerza el sentimiento de amor, dándole paso a miedos nuevos.
Para cerrar, debemos ser conscientes que los niños son inocentes por naturaleza y eso los convierte en unos seres completamente mágicos, ellos no tienen prejuicios ni malos pensamientos, no sienten rencores ni odios, además nunca juzgan, solo se dejan llevar por sus sentimientos y emociones y necesidades. Se creen completamente todo lo que los adultos le decimos y por ello, es importante inculcarles que son capaces de todo, valores y buenas palabras, Pero en especial, brindarles bienestar y un entorno en el que nunca les falte amor, si dejamos huellas en su corazón, que sean positivas.