El Aceite de ricino es un líquido amarillento que se obtiene de las semillas de la planta Ricinus communis, originaria de las zonas tropicales de África. Se destaca por sus múltiples usos, ya que se cree que cuenta con propiedades antiinflamatorias, antimicrobianas e hidratantes, por lo que no solo puede tratar algunas afecciones médicas, sino que también es muy valorado en el mundo de la belleza. De hecho, se ha convertido en el ingrediente estrella de una gran variedad de productos. A continuación, hablaremos sobre algunos de los posibles beneficios en su uso.
Aceite de ricino
El aceite de ricino no es comestible, alrededor del 90% de su composición es ácido ricinoleico y uno de los líderes mundiales en su producción es la India. Antes de aplicarlo, lo mejor es mezclarlo con un aceite portador, como el aceite de coco y el aceite de almendras, pues al diluirlo podrás mejorar su absorción. Incluso, se puede agregar a la manteca de karité, lo que le da un efecto súper humectante.
Es un laxante natural
El aceite de ricino puede ayudar en casos de estreñimiento temporal, así como para despejar el intestino antes de un procedimiento médico. Cuando se consume, este se descompone en ácido ricinoleico que luego es absorbido por el intestino, generando ese fuerte efecto laxante. Sin embargo, no se recomienda como un tratamiento a largo plazo, ni se debe abusar de las cantidades, ya que podría causar calambres abdominales, náuseas y vómito. Lo mejor es consultar con un profesional para evitar efectos secundarios graves, como el desequilibrio de electrolitos.
Hidrata la piel
Este tipo de aceite retiene la humedad, es decir, evita la pérdida de agua a través de la capa externa de la piel. Aunque es una alternativa natural a muchos productos humectantes del mercado, se aconseja diluirlo con otro aceite, como el de coco o jojoba, pues el aceite de ricino puro es espeso y en algunas personas irritaría la piel.
La proporción recomendada es 1:1: la misma cantidad de aceite de ricino que del aceite elegido para hacer dicha mezcla. Otra de las recomendaciones es que antes de usarlo, se pruebe la mezcla con el aceite en una pequeña parte del cuerpo, de esta manera sabrás si existen una reacción negativa en la piel o lo tolera bien.
Para labios y uñas
También es útil para los labios, si los tienes resecos puedes usar un poco y si es posible, mezclado con aceite de coco para mejorar el sabor. Sin duda, incluirlo en tu rutina de belleza te permitirá hidratarlos y repararlos.
Otro de sus beneficios es hidratar la cutícula, ayudando a que tus uñas se vean más lindas, sanas y que la manicura dure por más tiempo. Solo tienes que masajear suavemente en círculos en las noches con algunas gotas de aceite de ricino, así actuará mientras descansas. Lo mejor es que sea con las uñas libres de esmalte y bien limpias.
En el rostro
El aceite de ricino tiene propiedades antibacterianas y antinflamatorias, por lo que puede ser un aliado contra el acné, así como para prevenir la aparición de arrugas. En general, ayuda a tener una piel más joven, suave, luminosa y saludable. Incluso, muchas lo recomiendan como desmaquillante, pues es útil para eliminar la suciedad de la piel.
Calma las quemaduras solares
Gracias a sus propiedades antinflamatorias, podría ayudar a reducir el dolor asociado con las quemaduras leves del sol. Además, su capacidad de hidratación permite disminuir la descamación de la piel. Para usarlo podrías combinar partes iguales de aceite de ricino con aceite de coco, luego masajear con la mezcla en todas las zonas afectadas.
Favorece la salud del cabello
Otro de los usos comunes del aceite de ricino es como tratamiento para el cabello y esto se debe a las propiedades humectantes, aumentando su flexibilidad y reduciendo el quiebre. También se usa para estimular el crecimiento del cabello y las pestañas, sin embargo, no existe suficiente investigación científica que demuestre su efectividad.
Previene las estrías
Como sus grasas saludables retienen la humedad y ayudan con la elasticidad de la piel, su uso podría ayudar a reducir el riesgo de aparición de estrías. Si quieres mantener una piel suave y lisa, entonces mezcla partes iguales de aceite de ricino y aceite de almendras, luego masaje las áreas que son más propensas, repitiendo cada noche.
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