Hay recetas que saben a fin de semana, a descanso y a compartir tiempo en familia. Pero las reinas de todas son las alitas en salsa. Una preparación sencilla que deja a todos encantados. Se trata de un plato jugoso que queda para chuparse los dedos, tal cual.
Aunque la versión más conocida de las alitas es a la BBQ, de hecho puedes prepararlas de diversas maneras. Es un platillo que te permite jugar con muchos condimentos y sabores. Ahora vas a aprender a preparar una receta fácil para hacer alitas de pollo al ajillo.
Ingredientes
Preparar esta receta es bastante sencillo, en especial porque los ingredientes que la componen son fáciles de conseguir. Vas a necesitar:
- Alitas de pollo (1 kg).
- Cabeza de ajo triturada (1).
- Laurel fresco (1 hoja).
- Vino (2 copas).
- En caso de que no quieras usar vino, puedes reemplazarlo por 2 tazas de caldo de pollo.
- Aceite de oliva (5 cucharadas).
- Jugo de 1 limón.
- Pimienta negra molida (1 cucharada).
- Sal al gusto.
Así de fácil estarás preparada para realizar esta deliciosa receta, todos quedarán sorprendidos con ella. Es una manera muy deliciosa y diferente de preparar este clásico de fin de semana.
Preparación
Ahora sí, vamos a preparar estas sabrosas alitas. Prepara tu cocina para que te deleites:
- El primer paso es condimentar muy bien las piezas de alitas con la sal, los ajos triturados, pimienta, limón y vino (o el caldo de pollo, según prefieras. Hecho esto, deja que el pollo repose en el refrigerador por al menos 2 horas. Ten en cuenta que entre más tiempo dejes que se preparen, mejor marinadas quedarán las piezas.
- En un sartén hondo, agrega un poco de aceite y deja que se caliente bien a fuego medio. Cuando esté listo, agrega el pollo y deja que se dore bien por ambos lados.
- Una vez estén bien cocidas, pero no tostadas, vierte el jugo sobrante del marinado y espera que la salsa se reduzca. Esto tardará máximo 2 minutos.
- Cubre con un poco de agua y deja que se termine de cocinar durante 40 minutos a fuego lento.
- Revisa que esté bien de sal, no tengas miedo a probar directamente la salsa. Recuerda que al reducirse la salsa, es probable que el sabor cambie, así que debes cerciorarte muy bien.
Estas alitas puedes acompañarlas con arroz, papas a la francesa o al vapor, ensalada o lo que tú prefieras. Vas a notar qué tan sabrosas quedan y cómo tú y tu familia pueden disfrutarlas.
Consejos y observaciones
Esta es una receta bastante versátil, por lo que queremos compartirte algunos consejos y observaciones.
Puedes recalentarlos
Sabemos que la comida recalentada no es siempre lo mejor. Por una parte, no suelen ser muy buenas para la salud, pero por otra, suelen perder mucho el sabor. Sin embargo, las alitas son un caso aparte. Este platillo puedes comerlo en diferentes tiempos de la semana, días después de haberlas preparado.
De hecho, hay quienes aseguran que saben mejor cuando se recalienten. Esto porque la piel se vuelve aún más crujiente de lo normal, lo que es delicioso. Además, si las haces con suficiente salsa, puedes verter un poco en tu acompañante para darle un sabor fenomenal. Con estos trucos podrás disfrutar tus alitas, sin la pesadez de sentir que estás comiendo comida recalentada.
Comida perfecta para todos
Las recetas que contienen algo de licor suelen tener un sabor espectacular. Cada que tengas algún tipo de licor, como el vino, puedes añadir uno poco a tus preparaciones, así resaltarás los sabores. Es necesario aclarar, que si padeces hipertensión o no puedes consumir licor por cualquier motivo, el caldo de pollo o agua. Lo mejor es que el resultado siempre será delicioso.
No olvides tener en cuenta la medida de máximo 100 ml o 2 vasos, de esta manera obtienes mejores resultados durante la cocción. Las alitas de pollo quedan deliciosas cuando están bien condimentadas y jugosas.
Agrega un poco de limón
El limón es perfecto para mejorar casi cualquier tipo de receta. Antes de que las lleves al calor de la parrilla, sartén o el horno; rocía un poco de limón. Usa el zumo de un limón para resaltar el sabor. Verás que con este truco las alitas quedan más jugosas en su interior y jugosas en el interior.
El truco de la levadura
Quizás te sorprenda, pero añadir levadura a la receta es un truco sin igual para lograr una mejor textura en el plato. Añade un poco de levadura en polvo y obtendrás unas piezas más doradas y apetitosas. De hecho, con este consejo podrás evitar freírlas primero, con lo que tendrás unas alitas con menos grasa y resultados geniales.