Todos hemos tenido en casa una franela, toalla o trozo de tela que nos es invaluable, pues siempre ha estado ahí y no queremos que termine en la basura. Pero en alguna ocasión, de seguro, nos ha hecho pasar un mal momento. Pues usualmente, aunque queramos evitarlo, los malos olores producidos por el uso y contacto permanente de nuestros limpiones de cocina y trapitos domésticos es inevitable. Debido a que usualmente estos se encuentran húmedos gran parte del día, ya sea sobre el mesón de la cocina o sumergidos en el lavaplatos y si. Sabemos perfectamente que no es agradable.
Entendemos que es molesto y penoso tomar uno de estos pequeños trozos de color y sentir que desprenden un olor poco agradable que nos recuerda todo, menos un espacio limpio y cómodo, es por eso que hoy queremos compartir contigo una lista de prácticos remedios caseros. Son ideales para sacar ese pésimo aroma impregnado en tus trapos. Toma lápiz y papel y no pierdas tu trapito de siempre.
Hablemos del bicarbonato
Primero lo primero y esto implica hablar del bicarbonato, pues como siempre, te recomendamos estar informado antes de realizar cualquier procedimiento. Así conocerás bien los pro y contra de cada decisión que tomes para tu vida o cualquier actividad.
El bicarbonato de sodio es un infaltable en los hogares al rededor del mundo, pues sus aplicaciones y utilidades van desde el ámbito medicinal tradicional, hasta la cocina y limpieza del hogar. Este polvito blanco es un compuesto solido cristalino que se obtiene por producción natural del ecosistema, mediante un mineral llamado Natrón, el cual contiene elevadas cantidades de este elemento. Tradicionalmente ha sido asociado y utilizado de diferentes maneras para mejorar el rendimiento físico, al mezclarlo con agua y beberlo como liquido corriente; para retrasar la fatiga, tratar la migraña, reducir la acide, las nauseas y el malestar estomacal, además de ser indicado para el tratamiento de ciertas enfermedades. Pues alcaliniza el organismo, refuerza el sistema inmune y detiene los radicales libres, que son los encargados de producir el envejecimiento prematuro de la piel.
Por último, te confesamos que sirve para perder esos kilitos de más, pues al alcalinizar nuestro cuerpo mediante su consumo estamos reduciendo el almacenamiento de grasa en nuestro organismo.
Remedios caseros para eliminar el mal olor de tus toallas de cocina con bicarbonato
El bicarbonato es uno de esos productos versátiles a los que más le sacamos provecho en nuestro hogar. Pues posee propiedades consideradas como “increíbles”, las cuales son ideales para ser parte de una infinidad de remedios y técnicas caseras que van desde un poderoso método desengrasante, hasta liberarnos de los malos olores. Aquí te diremos como utilizarlo para esto último.
Agrégalo a tu lavadora
Hay quienes deciden que el mejor método para lavar sus toallas, trapos y telas de uso domestico es la lavadora. Si eres parte de ese grupo, pon todas tus toallas con habitualidad en la maquina de lavado y agrégale una cucharada grande de bicarbonato de sodio, junto al jabón de siempre. Notarás un agradable aroma y un tono más solido en tus trapos.
Para los olores difíciles
De seguro tu también tienes en casa un trozo de tela con un olor peculiar a grasa y humedad, pues todos los hogares tienen ese trapo perfectamente imperfeto que ha pasado junto a ti todas las cenas de navidad. Si no planeas deshacerte de él, te recomendamos ponerlo en un recipiente y cubrirlo con bicarbonato de sodio. Deja que pase una horas sumergido en este polvo blanco y al sacarlo sacúdele el exceso, notaras que el olor ha desaparecido de los tejidos.
Trabajos inesperados
El limón y el bicarbonato son un equipo ideal para cualquier situación y probablemente los hayas mezclado en un vaso con agua para tratar la acidez o llenura después de una cena de gran tamaño. Pues ahora te sorprendemos con un uso más de la misma combinación de ingredientes. Pon en una ponchera con agua tres cucharadas de bicarbonato de sodio y el jugo de un limón. Deja tu trapo de cocina sumergido en el agua por unas horas y llévalo al sol. Notaras como el mal olor y la sensación grasosa habrán desaparecido.