Cuando somo mamás, todo nos preocupa, desde darles seno y poder amamantarlos de manera correcta, hasta saber el momento indicado de cambiar su pañal o saber si padecen de alguna molestia. Algo que genera en los bebés incomodidad y cólicos, es alimentarlos con teteros a bajas temperaturas o leches de fórmula que pueden afectar su estomaguito. Y estos incomodos cólicos, pueden que no le permitan ni a ti ni a tu bebé, pasar una buena noche.
Por ello, las mamás nos hemos valido de algunas rutinas antes de dormir, que implementamos en los bebés para evitar cólicos y que el bebé pueda descansar de manera tranquila. Dentro de estas estrategias, se encuentra realizar una serie de masajes en su estomago, acompañados de un baño que le van a permitir estimular el sueño a tu hijo de manera natural.
Si enseñas a tu bebé a estos hábitos, él podrá gozar de una buena noche al igual que tú, acompañados de otros tips que te pueden ayudar. Si es tu segundo hijo y no pusiste en práctica los siguientes consejos o eres mamá primeriza, lee atentamente cómo puedes hacer masajes a tu bebé para evitar cólicos y estimular el sueño, te contamos.
Masajes para bebés
La recomendación es que antes de dormir, puedas darle un baño a tu bebé y complementar con un buen masaje, que puedes realizar con aceites ligeros y calmantes de manzanilla o lavanda. Todo consiste en hacer suaves movimientos en el abdomen y cuerpo del bebé.
Realizar masaje en los bebés, estimula la liberación de hormonas, que les permite relajarse. Además genera una estrecha relación entre la madre y el hijo, y eso le transmite al bebé seguridad y tranquilidad. Realizando masajes en tu bebé, desaparecieran los cólicos y podrás estimular el sueño. A continuación, te explicamos cómo puedes hacer masajes a tu bebé en casa, pero antes conozcamos porqué se producen los cólicos.
¿Porqué se producen los cólicos?
Los cólicos del lactante pueden aparecer entre la segunda y sexta semana de vida, cuestión que es generalmente normal y se puede causar por las siguientes razones:
- Dificultades para conseguir una buena succión a la hora de mamar o tomar tetero.
- Otra causa es la inmadurez de su sistema digestivo.
- Como también puede ser por gases que no han sido expulsados de manera correcta, para ello debes ubicar el bebé en posición vertical, y conseguir el agarre perfecto.
Para diferenciar el llanto producido de un cólico a cuando tiene hambre, sed, o sueño, cuando el bebé esté llorando de manera desesperada, se pone rojo y levanta sus piernas hacia el estómago apretando sus puños, es porque está sufriendo de un cólico.
1- Círculos en el abdomen
Debes empezar ubicando tu palma hacia abajo, y realizar círculos en el sentido de las agujas del reloj, es decir hacia el lado derecho, realizando suaves movimientos en el abdomen del bebé, que comprenden del ombligo hasta la cadera, debes presionar de manera suave.
2- Masajes hacia abajo en el abdomen
Para este paso, las palmas de las manos también van hacia abajo y deben recorrer todo el abdomen del bebé desde la terminación de las costillas, hasta el pubis. Puedes recurrir a tu otra mano, alternando las dos palmas y presionando ligeramente.
3- De derecha a izquierda
Apoyándote tus dos manos sobre el abdomen de tu bebé. vas a realizar un masaje de derecha a izquierda. Tus palmas serán el instrumento principal para hacer suaves masajes.
4- Flexión de piernas
Para este paso. la idea es flexionar de manera suave y ligera, las rodillas del bebé, llevándolas hacia el abdomen pero de manera alterna, primero la derecha y luego la izquierda. Esto va permitir mejorar el tránsito intestinal a través de la presión del abdomen.
Otra opción, es flexionar ambas rodillas llevándolas hacia el abdomen y mantener unos segundos en esta posición.
5- Piernas cruzadas
Para cruzar las piernas del bebé, debes flexionar ambas rodillas y cruzando las piernas a la vez. Mientras haces este movimiento, vas a realizar una pequeña presión en el abdomen con la otra mano que tienes libre.
6- Torsión
Vamos a realizar una pequeña y suave torsión con el abdomen del bebé, traccionamos su pequeño abdomen en dirección contraria al movimiento de la cadera. Con ello, si hay gases presentes, se puedan expulsar además de relajar los músculos.