Trasplantar plantas puede parecer una tarea intimidante o complicada, pero si sigues las instrucciones correctas y desarrollas un poco de práctica, esta se convertirá en una actividad bastante divertida para ti y tus plantas.
Aprende a trasplantar plantas sin matarlas
Como sugiere su nombre, trasplantar es mover una planta de una maceta a otra. Esto sucede por varias razones, pero también se puede hacer con fines puramente estéticos. Al momento de trasplantar, la clave es asegurarse de tener el cuidado suficiente para no dañar la planta, por tal razón debes tener en cuenta algunos conceptos para realizar esta actividad con la mayor delicadeza posible.
En primer lugar, el trasplante puede ser una transición estresante para la planta y, por lo tanto, no es algo que deba hacerse con frecuencia o sin la debida consideración. Algunas razones válidas para trasplantar las plantas incluyen darle a las plantas espacio adicional para prosperar si las raíces han superado el tamaño de la maceta anterior o proporcionar a las plantas suelo fresco para compensar los nutrientes que se han agotado.
Con esto mente, ¿Cómo sabemos cuándo la planta necesita un trasplante? Además de las razones estéticas, considera trasplantar las plantas de interior y exterior si:
- Las raíces comienzan a crecer más que la maceta.
- La tierra para macetas parece polvorienta y seca.
- Las hojas han crecido más que la maceta y se ven inestables.
- Ha pasado relativamente mucho tiempo desde el último trasplante.
- Cuando la planta muestra signos de estrés.
Es importante tener claridad respecto al motivo del trasplante, sólo así podrás abordar la inquietud en cuestión y suplir las necesidades de la planta de forma correcta.
Ahora bien, ¿Cuándo es el mejor momento para trasplantar nuestras plantas? Por lo general, la primavera y el verano son las mejores épocas para los procesos de trasplante, ya que en estas temporadas están en su período de crecimiento y están más fortalecidas. Sin embargo, también puedes trasplantar en otoño si vives en zonas climáticas con inviernos más cálidos.
La razón por la que no es buena idea trasplantar en invierno reside en que la mayoría de las plantas descansan o están inactivas en invierno, por lo que es mejor dejarlas quietas durante esta época del año.
Con esto claro, antes de trasplantar tus plantas, es recomendable investigar la planta en cuestión para comprender mejor sus necesidades. Este paso es requisito para conseguir un trasplante exitoso, pues algunas plantas, como las orquídeas y algunas suculentas, les gusta crecer apretadas en sus macetas.
De manera general, las plantas pequeñas de interior tropicales con un diámetro de dos a ocho pulgadas, se pueden trasplantar una vez cada 12 a 24 meses. Por otro lado, las plantas más grandes apreciarán una renovación en los nutrientes del suelo y más espacio para el crecimiento cada 24 a 48 meses. Sin embargo, si deseas contener el crecimiento de las plantas de interior, puede refrescarlas con tierra nueva en sus macetas existentes, o puedes podarlas.
Para escoger la maceta a la cual realizar el trasplante ten en cuenta la tasa de crecimiento de las plantas, la cual determinará principalmente esto. Una recomendación válida es aumentar el tamaño de la maceta con cada trasplante. De todas formas, existen algunas excepciones, como las plantas anuales que sólo crecen durante una o dos temporadas, en las que esto debe ser diferente.
Dado que la mayoría de las plantas de interior y exterior vienen en macetas de plástico, está bien trasplantarlas en macetas similares, a menos que desees cambiar las macetas con macetas decorativas de terracota o macetas de cerámica. Los materiales de los que están hechas las macetas tienen diferentes propiedades, como la transpirabilidad, que pueden afectar el crecimiento de sus plantas.
Por último, pero no menos importante, la mezcla para macetas que uses depende de las plantas que estés trasplantando. Por lo tanto, es vital investigar, ya que ciertas plantas lo requieren y prosperarán en una composición de suelo específica. Sin embargo, la mayoría de las plantas de interior prosperarán en tierra orgánica para macetas mezclada con perlita o piedra pómez para mejorar el drenaje.