Si deseas aliviar el dolor de espalda sin depender todo el tiempo de fármacos, entonces debes poner en práctica algunos de los consejos que te presentamos a continuación. El dolor en esta zona del cuerpo puede interferir en el trabajo y demás actividades cotidianas, por lo que aprender a tratarlo de forma natural mejoraría bastante la calidad de vida. Sin embargo, cuando el malestar persiste lo mejor es acudir al médico, ya que podría tratarse de una afección subyacente y no una causa del sedentarismo o de movimientos repetitivos. Así que mucho cuidado.
Prueba remedios naturales
Las plantas siempre han sido grandes aliadas a la hora de aliviar diferentes molestias en el cuerpo y el dolor en la espalda no es la excepción. Además, tienen menos efectos secundarios en comparación a la mayoría de los medicamentos. Aunque si tienes otros problemas de salud, es preferible consultar con el especialista antes de pensar en probar cualquier tipo de hierbas y suplementos, o por lo menos tratar de informarse muy bien.
¿Qué debo hacer?
- Una de las primeras opciones es realizar un masaje con preparados a base de árnica, ya que se dice que puede tratar el dolor muscular, la hinchazón, los hematomas y lesiones menores. Aunque existe muy poca investigación científica sobre su efectividad, muchas personas la encuentran útil y valdría la pena probarla.
- Otros de los productos naturales son la alfalfa que es ideal para las contracturas. También está la resina de árbol boswellia, el jengibre que tiene propiedades antiinflamatorias, la raíz de harpagofito y la menta.
Realiza algunos estiramientos
Los estiramientos de igual manera se han relacionado con una reducción del dolor, tratando de mantenerse por 30 segundos o hasta donde se sienta cómodo. Es posible hacer estiramientos una o dos veces al día, pero si el dolor parece empeorar o se siente muy adolorido, es mejor intentar dejar un día libre entre los estiramientos.
Recuerda tomarte tu tiempo y prestar atención a la respiración, que será una guía para no esforzarse demasiado o exagerar. Deberías poder respirar cómoda y suavemente durante cada uno de los movimientos.
- Postura del niño: con las manos y las rodillas en el suelo empuja la cadera para apoyarla en los talones, luego inclínate hacia adelante descansando el vientre sobre los muslos y estirando los brazos al frente.
- Postura de gato-vaca: estando en cuatro presiona con las manos y pies, mientras que inhalas y mira hacia arriba. Luego exhala y mete la barbilla al pecho, arqueando la columna hacia el techo. Repite el ejercicio.
- Estiramiento de pie: dejar caer el cuerpo hacia adelante sin hacer rebotes, tratando de alcanzar los pies.
- Rodilla a pecho: acuéstate boca arriba, luego lleva la rodilla derecha hacia el pecho, juntando las manos detrás de muslo o en la parte superior de la tibia. Aquí debes evitar levantar las caderas.
Prueba con ejercicios hipopresivos
Cuando tu barriga sobresale y pesa, la columna tiende a desviarse levemente hacia atrás para poder ayudar con el equilibrio del cuerpo, lo que puede ocasionar muchas molestias. En cambio, si reduces ese cinturón de grasa con hábitos saludables relacionados con la alimentación, y complementas con ejercicio para mantener fuertes los músculos que rodean las vértebras. Entonces eliminarás la tensión y con ello el dolor puede reducir bastante.
¿Cómo hacer los ejercicios?
- Como los ejercicios abdominales pueden ser perjudiciales para la columna, una buena opción son los hipopresivos. Estos son más efectivos y seguros, si no sufres de hipertensión.
- Acuéstate con las piernas flexionadas y los pies apoyados, luego coge aire sintiendo como se abren las costillas y metes el ombligo. Vacía el aire y aguanta por unos 10 segundos la respiración, repite 5 veces.
Evita niveles elevados de estrés
Ante una situación estresante tu cuerpo entiende que debe estar preparado para reaccionar, los vasos sanguíneos se estrechan, el flujo sanguíneo se reduce y los músculos se contraen para permitir la “huida” a tiempo.
Si vives en constante estrés es posible que los músculos permanezcan tensos durante muchas horas, y es por esta razón que aparecen los dolores. Además, los nervios hacen que lo percibas con una mayor intensidad.
¿Qué puedo hacer?
En realidad, son muchas las personas que dicen tener nudos cuando se estresan y en efecto, son pequeñas contracturas musculares a causa de la tensión. Por suerte, puedes hacer algunas cosas para solucionarlo.
- Aprieta con el dedo pulgar el punto doloroso y mantén la presión por 1 minuto, repitiendo si es necesario.
- Otra opción es acostarse boca arriba colocando en la zona dolorosa una pelota de tenis y después hacerla rodar suavemente con el cuerpo, incluso puedes colocar la pelota entre tu espalda y la pared.
- Prueba la meditación de atención plena, la respiración profunda, el yoga y relajación muscular progresiva.