El mundo de la culinario nos ofrece una y mil alternativas, para preparar los platos más exquisitos y nutritivos. Lo que a veces nos hace falta, es tener a la mano recetas que nos puedan servir como guía para preparaciones de rechupete. En esta ocasión, el plato protagonista es el salame casero. Se trata embutido que se elabora con una mezcla de carnes de res y cerdo, y que además de sazonarse, luego se ahuma curado al aire, algo muy parecido al salchichón.
Hoy te enseñaremos a ser salame casero, en un paso a paso muy práctico y con una receta ancestral, para que puedas compartir con tu familia. El salame generalmente se usa como aperitivo, o se puede agregar en sandwiches, pizzas o como entradas, incluso se pueden cortar en rodajas y comer en unas medias nueves, o acompañando un buen queso y una copa de vino. Para que no tengas que acudir al super o a la tienda a comprar, aquí te dejamos esta receta para que tú misma lo prepares en casa.
Paso a paso para preparar salame casero
Ingredientes:
- 4 kilos de carne de vaca en trozos pequeños
- 4 kilos de carne de cerdo en trozos medianos
- 2 kilos de tocino
- 25 gramos de pimienta negra o blanca
- 250 gramos de sal entrefina
- Ají (opcional)
- 100 gramos de azúcar
- 10 gramos de nuez moscada
- 100 mililitros de vinagre
Preparación:
Vamos a empezar a picar las carnes en trozos pequeños e irregulares, lo importante es que tengan un tamaño del que luego se puedan pasar a una máquina o trituradora. Las carnes no deben tener hueso, más bien debe ser magra y pulpa.
El paso a seguir, es llevar a la máquina o molino. En este paso, puedes mezclar las carnes de los dos animales. Trata de que el proceso se haga en una maquina que corte trozos no tan pequeños o reducidos, asegúrate que tenga un picado grueso.
Por su parte, el tocino no lo vamos a llevar a una máquina, sino que lo vamos a picar finamente en cuadros pequeños a mano y con ayuda de un cuchillo afilado.
Ahora, vas a mezclar las carnes con el tocino en una bandeja, prácticamente vas a empezar a amasar con ayuda de tus manos. Este es un paso importante para la calidad del producto.
Sazonar
Luego en un recipiente, vas a mezclar la sal, el azúcar, la nuez moscada, la pimienta y el ají, allí integras muy bien todos los ingredientes, revuelves hasta que logres una mezcla polvorosa.
Esta preparación que será el adobo de la carne. Vas a empezar a espolvorearlo, por encima de la carne que tenemos en la bandeja. Empiezas incorporando la mitad del adobo, mezclas muy bien y luego agregas el restante de la preparación que le va a dar un sabor increíble a la carne.
Lo que ahora sigue, es agregar el vinagre por toda la carne que ya está condimentada. En este paso debes asegurarte que la carme quede a punto, si ves que está un poco seca, agrega más vinagre. Revuelves y dejas en adobo toda la noche
Al otro día
A la mañana siguiente, notaras que la carne ya ha tomado textura y que si incluso tomas un poco de la preparación en tu mano, esta quedara pegada.
Será momento de rellenar las tripas con la carne. Puedes comprar las tripas ya listas que hará menos dispendioso el trabajo, pero recuerda que aún debes lavarla con agua caliente, limón y sal. Para este paso, te vas a apoyar de una máquina que te ayude a rellenar las tripas o hacer el embutido.
Tú decides qué tan largo vas haciendo cada chorizo, y tanto al principio como el final de cada salame, debes amarrar con ayuda de una cabuya o hilo para chorizos, este paso es opcional, puedes dejar toda la tripa de largo si deseas. Puedes hacerlos de varios tamaños o grosor, dependiendo las tripas que hayas conseguido.
Una vez tengas los chorizos o el salame listos y rellenos, vas a proceder a colgarlos en un lugar fresco y seco durante 15 días. Asegúrate de que el espacio no tenga una temperatura muy alta, ya que puede modificar el sabor o hacer que se pierda la carne. Entre los 2 y 15 °C seria una temperatura ideal. Si es el caso, y estás en el lugar donde hay altas temperaturas, puedes conservarlo en la nevera.