Con la era de la tecnología ha llegado la era del cultivo en casa. Pues cada vez es más sencillo tener acceso a información precisa y real sobre como cuidar en nuestro hogar de una pequeña huerta. Posiblemente ya tengas una bonita zona verde creciendo en tu terraza, con un poco de cilantro, tomate y tomillo, nosotros queremos aportar a tu incitaba. Por eso hoy vamos a contarte cómo cultivar cebollas en macetas, para que sumes a tu huerto esta nutricional y siempre útil hortaliza.
Si aún no te haz sumado a la nueva ola de cultivos en casa, te aseguramos que no necesitas ser un experto en agronomía para iniciar con este proyecto lleno de vida y emoción, pues sentirás un latir muy especial en tu corazón cuando veas los primeros brotes de tus plantas. Realmente es una labor bastante satisfactoria. Toma lápiz y papel e inicia o continua tu proyecto verde, cultivando cebollas. Aquí te decimos cómo.
Esta maravilla hace parte de los vegetales pertenecientes a la familia de las hortalizas y contiene un alto nivel nutricional, antiséptico y fungicida, además de grandes beneficios para la salud, así que será una excelente opción para tener en casa.
Su cultivo podrás iniciarlo desde una semilla o bulbo y podrás plantarla prácticamente durante todo el año, pues se da casi que en cualquier terreno y condición climática. Este vegetal no requiere de muchos cuidados, así que no te preocupes por tu falta de tiempo y disfruta de su cosecha luego de cuatro meses recibiendo la luz del sol y suficiente agua. Tendrás verduras frescas en cada preparación. Inicia comprando una maceta de al menos 20 cm de profundidad en el tamaño que desees, solo ten en cuenta que cada cebolla necesita de 15 cm de diámetro libres, para poder crecer.
Planta cebollas en casa
Una vez tengas tu maceta rellena con tierra fertilizada deberás plantar las semillas o bulbos 3 centímetros por debajo de la superficie, si vas a plantar varias asegúrate de conservar de 12 a 15 centímetros de distancia entre cada una. Genera presión con la mano sobre la semilla o bulbo para que la tierra se ajuste a su alrededor, pues su cultivo será mejor en tierra compacta, que en tierra suelta. Pon un poco de agua para hidratar la semilla, evitando crear un charco en tu maceta, pues las cebollas requieren de agua en muy poca cantidad.
Deja tu maceta en una zona a la que constantemente llegue la luz del sol, pues necesita de esta para crecer. Lo ideal es que su temperatura se mantenga por alrededor de los 30° centígrados. Riega tu macetita a diario, pues durante sus primeros días necesitara más agua que durante su fase de bulbo.
Verás los primeros frutos de tus cebollas después de 15 días. Una vez obtengas un pequeño bulbo en tu maceta bastara con regarla una vez cada 8 o 10 días. Ve cortando las flores a la medida en que vayan saliendo, para que tus bulbos crezcan fuertes y sanos. Sabrás que tu cebolla está lista para ser cosechada cuando notes un tono marchito en sus hojas, pero no la saques de la tierra aún.
Cuando notes que sus hojas se empiezan a marchitar arráncalas sin sacar la cebolla de la tierra y para de regarlas, pues empezaran su maduración. Pasados un par de días, levanta un poco tu hortaliza de la tierra y deja que la mitad de su longitud quede por encima de esta. Tras 4 o 5 días, retíralas del todo y dejarlas secar por 15 días más al sol. Estarán listas para ir a tu cocina.
Consejos útiles para tener cebollas sanas
Queremos que logres todo lo que te propones, por eso decidimos acompañarte a cada paso. Si tu ultimo objetivo es cosechar cebollas sanas y bonitas nosotros te damos los mejores consejos:
- No desesperes, cosechar es un proceso hermoso que requiere el tiempo de la naturaleza, tu síguele el paso y cosecharas hermosos resultados.
- No excedas la cantidad de agua, recuerda que las cebollas no necesitan de un riego constante y abundante después de su fase de bulbo. Mide muy bien la cantidad de agua que les das y tendrás verduras sanas.
- Bríndale un espacio adecuado a tu cultivo, recuerda que sembrar en casa es posible. Solo utiliza las dimensiones necesarias para que tus hortalizas crezcan a sus anchas.
- Disfruta del proceso. No te centres en cosechar los resultados, pues sentirás que todo va muy lento, disfruta de cada experiencia que te brinde tu huerta y agradece por los resultados.