¿A cuántas mujeres no les ha tocado tener un hombre violento en sus vidas? ¿Cuántas de ellas pensaron que estaban con el hombre perfecto hasta que fueron violentadas? Y ¿Cuántas no se han dado cuenta de la bestia que hay en el interior de su pareja luego de haberse convertido en madre?
La respuesta a todas estas preguntas es simple y dolorosa, muchas. Es más, si tú que estás leyendo esto y has corrido con la suerte de no tener un hombre maltratador a tu lado, muy seguramente sí conoces el caso de alguna mujer que sí pasa por esta situación.
Lo que más preocupa de estos casos es que la violencia ya no sea hacia la mujer, sino que una vez haya hijos, esta también recaiga sobre ellos. En esta nota te explicaremos por qué un hombre maltratador jamás podrá ser un buen padre y qué hacer si ya estás con uno.
Un hombre violento no solo irá en contra de la mujer, también de sus hijos
Existen muchas razones por las cuales un hombre puede ser violento, sin embargo, ninguna de ellas justifica la violencia como una solución a sus problemas o como una forma de expresión, esto jamás se puede permitir.
Tristemente, la mayoría de mujeres se dan cuenta de que el hombre que está a su lado es un maltratador, luego de haber iniciado una vida juntos, o, peor aún, cuando ya tienen hijos como producto de lo que fue ese amor que se pensaba que iba a durar toda la vida.
Una de las características más comunes de un hombre violento es la capacidad que tienen de deshumanizar a la víctima, lo que los lleva a maltratarla sin remordimiento alguno.
Generalmente, algunos de estos hombres pueden mostrar signos de violencia cuando están bajo el efecto del alcohol o bajo sustancias psicoactivas y, se pueden dar por las cosas más insignificantes como es llegar y encontrar los platos sin lavar.
De cualquier modo, esto se convierte en una situación extremadamente grave a medida que el victimario va dominando a su víctima, por lo que estos actos se pueden repetir una y otra vez.
El problema empeora cuando este tipo de reacciones no solo van dirigidas hacía su pareja, sino también, cuando empieza a afectar a los niños, marcando una distancia emocional o, peor aún, llegando a maltratarlos físicamente.
¿Cómo afecta la violencia en el hogar a los niños?
El hecho de presenciar o ser víctima de violencia en casa puede dejar varias consecuencias graves, tanto físicas como psicológicas que demorarán en ser superadas.
Siguiendo este orden, la vida del niño se verá afectada, puede presentar estrés postraumático, pesadillas, ansiedad o el miedo a estar solos y sin su madre. Adicional a esto, su rendimiento cognitivo, su capacidad para establecer relaciones interpersonales y su autoestima se verán afectadas negativamente, comprometiendo su comportamiento, sentimientos y desarrollo en el futuro.
Razones por las cuales un maltratador no puede ser buen padre
Algo que nunca deben de olvidar las mujeres es que, un buen padre no es el que solo responde por el alimento y el que viste a sus hijos, además de esto, deberá ser aquel que crea un hogar feliz y seguro, el que protege, aconseja y brinda una vida emocionalmente buena.
Aquí te dejamos una lista de las razones por las cuales un hombre maltratador no podrá ser jamás un buen padre.
- Fomenta la inseguridad y el miedo todos los días.
- No respeta ni ama a las personas que lo rodean.
- No tiene empatía. No escucha, ni comprende el punto de vista de los demás.
- No educa con ejemplo.
- Es inestable emocionalmente.
- Antepone sus necesidades antes que las de su familia.
- No tiene paciencia para educar a los niños en un entorno de amor y comprensión.
¿Qué hacer si estás en esta situación?
Lo primero que debes hacer es entender que el verdadero amor no duele, ni intimida. Si en tu hogar no hay protección, respeto, comunicación, confianza y conexión debes de salir de ahí lo antes posible.
Para protegerte a ti y a tus hijos, tienes que intentar mantenerlos al tanto mientras los conflictos se solucionan, sin dejar que ellos presencien un acto de violencia o siendo utilizados para herir a la otra persona; recuerda, ellos son la prioridad.