El romero, o salvia rosmarinus, es una de las plantas medicinales y aromáticas más populares en la cocina, por eso cada vez es más común encontrar macetas de romero dentro de los hogares, en los balcones, o en las huertas tradicionales. Por ser una hierba, la salvia rosmarinus es una especie fácil de cultivar en el hogar, sin embargo, no por eso hay que descuidarla. Para evitar que se marchite, se requieren ciertos cuidados que garanticen que sobrevivirá por un tiempo prolongado dentro de cualquier maceta de la casa.
5 consejos para cuidar una planta de romero
Primero lo primero, ¿por qué el romero es una hierba tan popular? Esta planta tiene muchas utilidades para la cocina y la salud. Por ejemplo, ayuda a aliviar problemas relacionados con las digestiones, sirve para tratar problemas bucales y para prevenir y disminuir problemas en el hígado y la vesícula biliar. También es un antibiótico natural bastante utilizado para calmar distintas afecciones.
Por otro lado, con el romero se pueden realizar aceites y champús caseros naturales. Además, está comprobado que el olor a romero aumenta la memoria hasta en un 75 por ciento. Esta hierba tiene muchos beneficios para el cuidado de la salud y para aumentar la belleza. Por eso te recomendamos cuidarlo bien, para que puedas aprovechar sus propiedades aromáticas y medicinales.
1- Buena exposición solar
El romero no es muy exigente en cuanto a temperaturas altas, aunque de preferencia es mejor cultivarlo en zonas de temperaturas cálidas, pero sí es una hierba que necesita buena exposición solar. Lo ideal es ubicarlo en una zona donde reciba luz natural directa. Aunque hay que tener en cuenta que en épocas de sol fuerte, no es recomendable que reciba tantas horas sol para evitar que se le quemen las hojas.
El romero es una planta de exterior, debido a que exige bastante exposición al sol y la luz natural, pero también puede mantenerse dentro de la casa, siempre y cuando esté ubicado en el sitio más luminoso, ya se acerca de una ventana o en el lugar donde haya mayor cantidad de luz.
2- Buen drenaje
Para que el romero no muera, necesita un gran drenaje, pues es una planta de ambientes secos. Si se mantiene en una maceta que acumule mucha agua, lo más probable es que se marchite. Para asegurar un buen drenaje, la maceta en la que se encuentre la planta debe tener buenos agujeros de drenaje o piedras en el fondo para ayudar a la planta a drenar el agua de la forma que lo necesita.
También se recomienda dejar que la tierra se seque entre riegos. Durante la época de crecimiento, será cuando más agua necesite, pero aún así no hay que descuidar las indicaciones si no queremos que se marchite.
3- Poco riego
El romero es una planta adaptada a un medio seco, por ello no necesita mucha agua para mantenerse saludable. No conviene regarlo con mucha frecuencia, al contrario, es recomendable regar sólo cuando la tierra esté totalmente seca. Antes de regar puedes comprobar si la tierra aún está húmeda o no enterrando el dedo en el sustrato o rascando por encima con un palo o un lápiz.
El secreto del riego es humedecer el sustrato de la maceta, sin que llegue a gotear mucha agua por debajo. Durante épocas más frías, lo mejor es regar la planta entre una y tres veces por semana, según la temperatura, mientras que en temporada de calor dos veces por semana.
4- Poco abono
El romero no necesita sustratos muy fértiles, en cambio los sustratos más pobres y ligeros favorecerán su crecimiento. Si se planta en un sustrato fértil, crecerá con más vigor, mas será menos aromático que lo deseado. Además, si deseas plantar el romero en una maceta, te conviene que el crecimiento no sea muy acelerado para evitar podas demasiado frecuentes o dificultades encontrando un recipiente adecuado para contenerla.
Para mantener la hierba saludable, no será necesario añadir fertilizantes o abono. Bastará con utilizar sustrato universal o un sustrato común para plantas aromáticas.
5- Poda con fines estéticos
El romero no es necesario podarlo sí o sí. La poda de una planta de romero es meramente con fines estéticos, sin embargo, tiene sus beneficios para la planta. Las podas bien hechas favorecen a que su copa se ensanche y se haga más densa. Por otro lado, entre más tiempo se dejé sin poder, puede que los tallos se caigan a los lados por la altura y luego se haga más difícil arreglar.
Para podar tu planta de romero, ten en cuenta que se poda en primavera o en verano. No es bueno podarlo en otoño o en invierno porque el frío puede dañar los brotes más jóvenes.