La manera en que nos expresamos y las palabras que utilizamos, pueden influir a la hora de impresionar en cualquier parte, las demás personas van a percibir cómo hablamos, y por supuesto, esa primera impresión debe ser la mejor. Para algunas mujeres es mucho más fácil desenvolverse a la hora de hablar muy femeninas, elegantes y con palabras técnicas, mientras que para otras, puede resultar todo un desafío y no porque no tengan el talento para hacerlo, sino porque las personalidades son distintas y cada mujer tiene sus emociones y sentimientos.
Desde lograr conquistar un hombre hasta alcanzar el trabajo que soñamos, hablar con elegancia y clase es muy importante, dependiendo el entorno en el que lo hagamos, deberemos buscar las palabras indicadas. Aunque sí se trata de una tarea de tiempo y esfuerzo, no es misión imposible, solo necesitamos tener claros los conceptos básicos de la elocuencia y expresarnos con claridad. En este artículo te dejaremos algunos consejos, para que suenes como una mujer elegante.
Aprende a hablar con elocuencia y elegancia
Quizá ya tienes listo ese outfit divino, glamuroso y sofisticado, con el que vas a ir al cóctel con todos rus compañeros y jefe, tienes listo tu mejor make up, manicura y peinado pero te hace falta un aspecto muy importante, justo de eligieron para dar el discurso de bienvenida. ¡Temor a la vista! A veces necesitamos dedicarle tiempo para hacerlo bien, porque realmente cualquiera puede aprender a hablar con elocuencia. Acá te dejamos algunos consejos que pueden funcionar para que seas una mujer elocuente a la hora de hablar y con ello, llevar un estilo de vida elegante.
1. Adiós a las muletillas
En algunas ocasiones, las muletillas pueden encajar, pero depende el contexto y la duración de estas. Por ejemplo, intentar rellenar espacios entre palabras o silencios con muletilla, es un error que suele suceder. Aquellas tales como osea, ajá, ehhhhhhh, esteee, puede resultar esforzadas, que inconsciente las decimos. Se insertan en nuestros diálogos y conversaciones, pero no suenan muy profesional.
Lo ideal es que hables despacio, reduzca la velocidad cuando hables y de esta manera, vas a tener tiempo para que puedas pensar lo que vas a decir más adelante. Además vas a sonar como una chica tranquila y segura de lo que está hablando.
En pocas palabras, vas a estructurar en tu mente lo que vas a decir con ideas que constituyan un párrafo, expresando Idea breves, muy claras y sencillas, Pues entre más extensa sea la frase, serán más las posibilidades de que tengas que usar muletillas.
2- La buena pronunciación es clave
Que no parezcamos niños de 2 años aprendiendo a hablar. Puede que tengamos un vocabulario muy amplio con las palabras adecuadas, pero si no pronunciamos bien cada una, simplemente vamos a confundir a las personas que nos están escuchando, Incluso cambiando un poco la idea de lo que queremos decir. Tómate el tiempo para pronunciar cada palabra y de hecho si te equivocas, vuelve a repetirla con toda seguridad hasta que la idea que de clara. Si es necesario minimiza el acento para no quedar mal.
3- Usa los conceptos o significados que conoces
No hay nada peor que hablar de algo que no se sabe, debes tener cuidado de no dar un paso en falso y hablar de palabras que no sabes cuál es su significado. Esto sería de lo menos elocuente que puedes hacer a la hora de hablar y el oyente se podría confundir. El consejo preciso es que leas y aprendas nuevos vocabularios para que cuando hables, tengas la plena seguridad de la palabra que estás utilizando.
4- No hables destructivamente
Cualquiera que sea el contexto de lo que estés hablando y el ámbito que estes abordando, nunca te refieres con críticas destructivas o murmuraciones. esto no solamente incita al odio, sino que también demuestra que no tienes valores ni educación o respeto hacia las demás personas, deja atrás los malos comentarios a las espaldas de las personas y no juzgues si no tienes conocimiento. Si es necesario hacer algunos comentarios, hazlo de manera constructiva, con tacto y estratégicamente.
5- Demuestra seguridad
Nuestra propia inseguridad, nos puede llevar a caer en el error de hablar con la voz quebradiza o con actitudes que nos pueden llevar a la desconfianza. Las presiones que actúan y hablan con autoconfianza, incluso con un toque de autoridad, de inmediato van a parecer elocuentes. Incluso esto puede ser una estrategia para que las personas que están escuchando, sientan un poco de curiosidad en escucharte.
6- No hables muy rápido
Cuando alguien habla rápido va a generar un poco de estrés en las personas que te están escuchando y vas a tener que repetir, además no vas a poder pronunciar muy bien las palabras, demostrando temor o inseguridad.
7- Evita discusiones o confrontaciones
Lo que menos queremos. es que nuestro diálogo o discurso sea el detonante de una batalla campal. Busca que la conversación fluya con armonía y evita discusiones o argumentos que sean insignificantes entre las personas que están presentes. Siempre prevé que el tema de debate, que no genere molestias.