Las plantas cítricas crecen mejor en suelo con buen drenaje y ligeramente ácidos. SIn embargo este no es el único factor que interesa a la hora de tener un limonero sano. Los limones son más sensibles al frío que todos los demás árboles de cítricos. Debido a esta sensibilidad al frío, los limoneros deben plantarse cerca del lado sur de la casa. Los limoneros necesitan protección contra las heladas. Cultivarlos cerca de la casa debería ayudar con esto. También requieren de un lugar donde puedan tomar suficiente luz solar.
Los limoneros también son plantas de interior y pueden cultivarse en macetas, en el día puedes ponerlos al aire libre durante periodos cálidos para aumentar las probabilidades de dar frutos.
Si percibes que tu limonero no anda bien, te recomendamos que sigas estos 5 consejos:
- Cantidad de agua. Es necesario verificar antes de agregar más agua a tu limonero, para evitar que este se encharque. Retener humedad va a depender del tipo de suelo, por eso es importante hacer una revisión con el medidor de humedad, todos los días para saber si es necesario regarlo o no.
- Podar. Es necesario podar tu limonero durante la temporada de primavera para eliminar los retoños, hojas y ramas secas. Desinfecta tus tijeras de podar y realiza este trabajo.
- Desinfección de las tijeras. Sumerge las tijeras en una solución de cloro por 3 partes de agua y déjalas allí por 5 minutos. Enjuágalas y úsalas.
- Fertilizante. Los fertilizantes para cítricos los puedes encontrar en los viveros más cercanos a tu casa. Las personas que trabajan allí te indicarán cuál es el más adecuado, dependiendo de las condiciones en las que se encuentre tu limonero. La mejor época para fertilizar es en primavera, por lo que te recomendamos evita hacerlo en otoño para que tu planta no se vea afectado por el frío de las siguientes temporadas.
- Insecticida. Es necesario que revises con frecuencia si tu limonero tiene plagas como los ácaros y de ser así usar insecticida para acabarlos.
- Cuidados adicionales. Los limoneros jóvenes necesitan ser protegidos de las fuertes temperaturas, por lo que es indispensable regarlos y cubrirlos con una manta para protegerlos de las noches frías.