Cuando escuchamos estos términos, puede que no los tengamos tan claros y los podemos confundir. El truco para diferenciar los ejercicios aeróbico y anaeróbico está en la manera que el organismo obtiene la energía. En el caso del primero, el aeróbico, necesita oxígeno, mientras que el segundo, el anaeróbico, no necesita oxígeno.
Por lo general, en los ejercicios que realizamos se presentan tanto el aeróbico como el anaeróbico, por lo mismo, en este post te los explicaremos a fondo.
Cuál es el ejercicio aeróbico y cuál el anaeróbico
Aeróbico
Este se caracteriza por ser de media o baja intensidad y larga duración. Con este se busca quemar grasas, así que necesita oxígeno para tener energía. ¿Te ha pasado que cuando corres, nadas, caminas o vas en bicicleta tiendes a necesitar mucho más oxígeno y tomar bocanadas de aire para seguir? Pues se debe a que son ejercicios aeróbicos, con éstos beneficias tu sistema cardiovascular además de quemar grasa.
Anaeróbico
Por el contrario, este incluye ejercicios de alta intensidad y de poca duración. En este caso, la energía proviene de otras partes, como el ATP muscular y la glucosa en tu sangre. Habrás notado que cuando haces pesas o carreras de velocidad, no necesitas una gran cantidad de oxígeno, sino realizar un gran esfuerzo con tus músculos, pero en poco tiempo. Con los ejercicios anaeróbicos se busca fortalecer y tonificar tu musculatura.
Cuál deberías elegir
La elección va a depender de los objetivos que tengas. Por ejemplo, si lo que quieres es mantenerte saludable, activa y despierta, opta por ejercicios anaeróbicos, como realizar caminatas o trotar por un tiempo extendido. Si no tienes demasiado tiempo libre, podrías aprovechar algunas de tus salidas para ir en bicicleta a tu destino.
Por otra parte, si lo que deseas es concentrarte en aumentar tu musculatura o en tonificar la misma, deberías elegir los ejercicios anaeróbicos, como llevar una rutina enfocada en pesas, ligas y ejercicios de fuerza.
Solemos creer que solo los ejercicios aeróbicos pueden ayudarnos a bajar de peso, pero no es completamente así. Es verdad que correr o nadar nos ayudará a quemar grasa, pero las pesas y ejercicios de fuerza nos facilitan el aumento de masa muscular, lo que acelerará el metabolismo. Así pues, la combinación de los dos ejercicios en tu rutina será lo ideal para este objetivo, puedes darle más protagonismo al aeróbico o al anaeróbico, según lo prefieras.
Beneficios extra de ambos ejercicios
- En el ámbito de la salud, se recomienda alternar los dos tipos de ejercicios para conseguir beneficios cardiovasculares y musculares, además, reduce de los riesgos de salud, fortalece tus músculos y huesos.
- Sin importar el tipo de ejercicio que elijas hacer, tendrás como beneficios: aliviar y reducir el estrés; liberar hormonas de felicidad, lo que te ayudará a reducir los síntomas de tristeza, ansiedad y generará una sensación de relajación; mejorar tu estado emocional, tu autoestima y te ayudará a relacionarte mejor en lugares sociales.
- Realizar ejercicios aeróbicos de manera regular y constante está relacionado a un mejor funcionamiento mental, por lo que el resultado será mayor salud física, mental y cognitiva.
- Los ejercicios anaeróbicos estimularán tu memoria y aprendizaje, así que, te facilitará la retención de información, el aprendizaje de vocabulario e incluso un idioma nuevo.
- Otro beneficio que obtendrás al hacer cualquiera de los dos tipos de ejercicios es aumentar tu concentración y tu productividad, pues un cuerpo sano implica una menta sana, un mejor estado mental y mayor rendimiento.
- Si deseas controlar o dejar alguna adicción, como el tabaco o el alcohol, es una buena idea empezar a realizar ejercicio físico de manera constante, pues durante la actividad física nuestro cerebro libera dopamina y ayuda a reiniciar nuestro reloj biológico que se puede afectar por consumir sustancias nocivas.