Las esponjas son ese elemento que no puede faltar en el hogar, ya que sirven para limpiar platos, otros utensilios y superficies. Sin embargo, con el tiempo pueden acumular gérmenes, así que es necesario mantenerlas limpias y por supuesto, tirarlas cuando están muy desgastadas o tiene mal olor. En esta ocasión te daremos algunos trucos muy fáciles para que sea posible lavar esponjas de la cocina y que siempre se encuentren en buenas condiciones.
Cómo limpiar tu esponja de cocina
Es inevitable que tus esponjas no se ensucien, ya que su propósito es precisamente tratar de remover residuos de los alimentos, las bebidas y mugre en general. Debido a esa capacidad de absorción y retención de humedad, es muy fácil que acumulen bacterias. Incluso cuando colocas la esponja en el fregadero o la encimera, favoreces la propagación de esas bacterias. Por suerte, existen varias mezclas sencillas para dejar a tus esponjas como nuevas.
Limpiarlas es absolutamente necesario, pero ¿Cuándo hacerlo? La frecuencia en la limpieza de las esponjas dependerá de que tanto las uses a diario, aunque un buen punto de referencia sería una vez cada 3 o 4 días.
Jabón para platos y agua caliente
- Todo lo que debes hacer es enjabonar tu esponja, puede ser con el mismo jabón para platos.
- Después enjuagar con agua caliente. Esto debería ser suficiente para eliminar muchas bacterias.
- También puedes intentar calentarla en el microondas, pero es crucial que se encuentre bien húmeda.
- Caliéntala a temperatura alta por 2 minutos. Recuerda que, si no está humedad, puede salir fuego.
- Si decides usar el microondas, asegúrate de estar pendiente para evitar cualquier inconveniente.
Más opciones a tener en cuenta
- Esta forma poco usual consiste en colocar las esponjas en la lavadora en la opción más caliente posible. También necesitas un poco de detergente a base de lejía. Deja funcionar la lavadora a 60 °C (140 °F).
- Si prefieres no usar una carga completa de la lavadora, este es otro método que puede funcionar. Solo debes llenar tu fregadero con agua y 3/4 de lejía, luego sumerge la esponja por alrededor de 5 minutos.
Recomendaciones adicionales
Además de lavar tus esponjas a profundidad cada cierto tiempo, existen otras formas en las que puedes ayudar a elevar los estándares de la limpieza. Por ejemplo, intenta no dejarlas en las encimeras, ya que, si están limpias y las colocas en una superficie sucia, volverán a contaminarse. Por supuesto, también deberías tener todo limpio en la cocina. No olvides que después de usar las esponjas, es muy importante escurrirlas bien y dejarlas secar.
Si tu esponja empieza a desarrollar un mal olor, es el momento indicado para deshacerte de ellas, incluso si solo está ligeramente maloliente, pues quiere decir que se encuentra contaminada. Tanto el aspecto como el olor te dirán cuando está lista para ser reemplazada. No es nada bueno que pases semanas con la misma esponja, como tampoco que uses las mismas para diferentes propósitos, las de la cocina solo deben usarse en ese espacio.
¿Existen alternativas a las esponjas?
En la actualidad es posible que encuentres alternativas a casi todo y las esponjas no son la excepción. Si quieres prescindir de ellas por su gran capacidad para acumular bacterias, prueba con los cepillos. Puedes encontrar una buena variedad de cepillos de limpieza y especiales para platos en el mercado, ya que las cerdas se limpian con mayor facilidad y los mangos también se pueden desinfectar. Aunque cuestan más, puede que te duren más.
Las esponjas no son del todo malas, pues son un producto asequible para la mayoría. Lo importante es tener una buena limpieza, que es algo que no te quitará demasiado tiempo. Si en verdad decides lavarlas y cambiarlas con cierta frecuencia, evitarás que lleguen bacterias y animales que aumenten el riesgo sobre la salud de tu familia.