Las copas menstruales se ha convertido en una gran alternativa a las toallas sanitarias y los tampones, ya que son reutilizables. Se trata de un producto flexible al estar elaborada de silicona o caucho, por lo que debes doblarla y una vez adentro, se abre para recolectar el líquido menstrual. Aunque la mejor manera de saber si funciona en tu cuerpo es comprarla y probarla, sería conveniente investigar más sobre el tema. Usarlas tiene varios beneficios, pero también existen algunas desventajas que deberías tener en cuenta. Sigue leyendo para obtener información.
Ventajas de la copa menstrual
La copa menstrual trae muchas ventajas, tanto a corto como largo plazo y es por ello que cada vez son más las mujeres que deciden usarla. Estas son algunas de las razones principales que pueden impulsarte a dicho cambio.
Es una buena inversión
Muchas de las copas están diseñadas para un uso prolongado, pueden durarte varios años. Aunque a la hora de comprarla sea un poco costosa, en comparación al constante uso de las toallas y tampones por ciclo, en realidad genera buenos ahorros. Además, cuando se reutiliza estarías ayudando a cuidar el medio ambiente, siempre que elijas la adecuada, ya que en el mercado existen algunas que son desechables. Asegúrate de leer los empaques.
Evita los olores
Si usas una copa menstrual, no tendrás la necesidad de preocuparte por los malos olores. Esto se debe a que el líquido no se expone al aire como sí ocurre con otros productos. Además, puede preservar el pH vaginal y las bacterias saludables, lo que reduce el riesgo de infecciones, que son muy comunes en la mayoría de las mujeres.
Existen menos cambios
Los tampones o las toallas sanitarias se deben cambiar con frecuencia, sobre todo si el flujo es abundante para evitar algún accidente. En el caso de las copas menstruales, pueden durar hasta unas 12 horas antes que necesites vaciarla. De esta manera te sentirás más cómoda y segura, lo que te ahorrará varias idas al baño para cambiarte.
Es sencilla de usar
Contrario a lo que se piensa, usarlas es muy sencillo y en especial si ya estás familiarizada con los tampones. Lo que debes hacer es doblar la copa, apuntarla sobre la parte posterior de la vagina y empujarla. Cuando se inserta de la manera correcta no deberías sentir en absoluto su presencia, así que revisa las indicaciones del empaque.
Otra de las ventajas de usar copas menstruales es que no se encuentran relacionadas con el síndrome de choque tóxico. Es muy poco común, pero potencialmente mortal y se asocia con el uso de tampones. En general, las copas menstruales no tienen ningún químico que pueda aumentar el riesgo de padecer algún problema de salud.
Desventajas de la copa menstrual
Así como existen excelentes beneficios, de la misma manera aparecen algunos problemas que puede dificultar el uso de la copa menstrual, como podría ser el tema de la limpieza o la práctica para aprender a insertarla bien.
Puede ser difícil de sacar
Insertar y sacar la copa menstrual puede ser algo complicado cuando no estás muy acostumbrada a introducir algún objeto en la vagina, lo que requiere un poco de práctica. Al principio es probable que tenas dificultades y te resulte incómodo. En el momento de retirarla intenta pellizcar la base y tirar, permitiendo que todo el líquido recolectado se vacíe en el inodoro. Después debes enjuagarla para insertarla limpia en tu cuerpo.
La limpieza
Muchas mujeres se sienten incómodas cuando deben lavar sus copas en los baños públicos, por lo que algunas llevan una botella de agua con atomizador o toallitas para limpiarla cuando estén en el sitio, mientras que otras los hacen con el papel higiénico. Recuerda que es muy importante esterilizar la copa después de cada ciclo.
Factores de riesgo
Las copas menstruales quizás no sean para todo el mundo y se debería consultar con el médico ante cualquier problema de salud, de manera que pueda asesorarte mejor. Este es el caso de un prolapso uterino, cuando eres alérgica al caucho o látex y si usas un dispositivo intrauterino. Si hace poco te realizaron cirugía ginecológica, tuviste un parto o un aborto espontáneo. Si tienes una infección vaginal o nunca has tenido relaciones sexuales.