El aguacate es un alimento que le aporta excelentes nutrientes al cuerpo, además de ser delicioso y muy fácil de incorporar a la dieta, pero ¿Qué tal convertir su semilla en una bella planta? A continuación, te enseñaremos 2 maneras sencillas para lograrlo en casa, entre otros consejos que te serán de gran ayuda. También debes tener en cuenta que puede tardar entre 5-10 años en dar frutos y estos tienden a ser un poco o muy diferentes al original, mientras que los aguacates comerciales o vendidos en viveros se injertan para garantizar la calidad de la fruta.
Pasos para sembrar aguacate
Antes de empezar es clave que aprendas a identificar la parte superior e inferior de la semilla, ya que las raíces salen en el fondo y los tallos en la parte superior. Entonces, debes plantarla con la parte superior mirando hacia arriba, que es la que tiene una forma puntiaguda, mientras que la base es más plana. Como consejo adicional, las semillas que comienzan a agrietarse son una buena opción para plantar, pues las raíces se están desarrollando.
Cómo plantar una semilla de aguacate en el suelo
Todo lo que debes hacer es enterrarlas en la tierra, ya sea en el jardín o macetas, de esta manera las plántulas de aguacate empezarán a crecer de 1 a 3 meses. Si utilizas macetas, no olvides cubrir las semillas con tierra hasta la punta superior y mantener la tierra húmeda, pero no empapada. Intenta dejarla en un lugar más cálido y soleado.
Otro paso que puedes incluir y que a muchos jardineros les gusta, es remojar o germinar las semillas en una bolsa de plástico antes de plantarlas en el suelo o agua. De este modo se aseguran que las semillas seguirán creciendo. Si quieres probar esta opción, entonces sigue leyendo para que tengas la información necesaria.
Cómo plantar una semilla de aguacate en el agua
Empieza por limpiar las semillas de aguacate, tratando de quitar la mayor cantidad de piel posible. Después envuelve las semillas sin apretarlas con una toalla de papel húmeda y colócalas en la bolsa de plástico, incluso puedes hacerlo en un recipiente con tapa. Recuerda revisarlas cada semana, si la toalla de papel huele mal y se vuelve viscosa, debes lavar las semillas, la bolsa o el recipiente, así como cambiar la toalla por una limpia.
Una vez que las semillas se rompan, busca pequeñas raíces blancas en su interior, pero debes tener cuidado de no dañarlas. Cuando las raíces empiecen a crecer y sobresalir, será el momento adecuado de cultivarlas en agua. Esta etapa puede durar 1-2 meses y es una mejor idea comenzar con más semillas de las que necesitas, ya que algunas tardan mucho en brotar. No olvides que también pueden plantar las semillas ya germinadas en la tierra.
Para terminar
En este punto del proceso puedes usar palillos de dientes o usar botellas de agua recicladas. Para esta última opción, corta la parte superior de la botella sin tapa y colócala encima de un frasco de vidrio, como se puede apreciar en la imagen. Ahora coloca la semilla germinada, de modo que las raíces estén apuntando hacia abajo.
Agrega agua hasta que la mitad inferior de la semilla se encuentre sumergida, la idea es que siempre mantengas las raíces en el agua a medida que crece la planta. Después de un par de semanas comenzarán a crecer los tallos y hojas, solo recuerda reponer el agua una vez a la semana, al igual que agregar una gota de fertilizante líquido para todo uso una vez al mes. Por lo general el agua permanece limpia, pero si llegas a ver signos de algas, no dudes en limpiar bien el frasco y por supuesto, cambiar el agua.
Más consejos a tener en cuenta
- A diferencia de las plantas que son cultivadas en el suelo, las que crecen en frascos de agua deben estar alejadas del sol directo, debido a que las algas tienden a crecer en el agua que está expuesta a la luz solar.
- Si preparaste una receta con aguacate, pero no estás lista para plantarla de inmediato, una buena solución sería lavar la semilla y mantenerla en un frasco con agua para que no se seque.