Algunas situaciones de la vida nos hace sentir emociones que no siempre son positivas. A veces, controlar nuestro temperamento, resulta ser todo un reto, lo que nos puede llevar a tomar decisiones, acciones o decir palabras que con cabeza fría no haríamos. La ira, es una emoción natural que todos los seres humanos tenemos derecho a vivir, lo que debemos aprender es a controlarla y afrontarla de la mejor manera.
Los complejo es cuando perdemos el control de la situación, y ya sea en un entorno laboral, familiar o en el que nos encontremos, explotamos y vamos más allá de lo que debería suceder. Aunque sabemos que la pasamos mal, cuando nos enojamos, estas emociones que debemos vivir, nos permite aprender, motivarnos y mejorar como personas.
Algunas personas, manejan mejor que otras las situaciones de ira, lo importante es que no se convierta en un problema de salud, tanto mental como emocional. Se ha demostrado que algunos ejercicios pueden ayudar a darle manejo a las situaciones de ira y enojo.
9 consejos que te pueden ayudar a mantener la calma
1- No pienses en lo mismo siempre
A veces, nuestra mente se llena de un solo pensamiento y lo que hacemos es atormentarnos dándole vueltas al mismo asunto. Incluso podemos atraerlo para que se repita, esto puede hacer que se intensifique la presión de lo sucedido y caigas en sentimientos nuevamente de ira y depresión.
Con ello sentirte más abrumada, repensar las cosas solo puede traerte más estrés e incluso imaginarnos las cosas peor de lo que ocurre en la realidad. Deja atrás aquello que generó irá en algún momento de tu vida y más bien quédate con las cosas buenas que te ayudarán a sentir mejor.
2- Identifica las razones de tu ira
Nos enojamos y queremos desahogarnos de este sentimiento, pero a veces hasta nos olvidamos que es lo que desencadenan estás emociones y simplemente estamos llenos de ira todo el tiempo. Siempre hay razones específicas y detalladas por las que nos llenamos de ira, tómate un tiempo y analiza qué es lo que te pone en esta situación.
Como diría el dicho: “si no puedes con tu enemigo, únete a él”, lo mejor que puedes hacer es sobrellevar estas cosas, busca la forma de evitarlas o afrontarlas.
3- Imagínate a ti tranquila
Haz una pausa y tómate unos segundos para ti, busca un lugar tranquilo en el que estés cómoda, cierra tus e imagínate a ti, en un lugar maravilloso, en el que tú estés tranquila. Puede ser el mar, la playa, imaginándote allí lo bien que te sientes y lo feliz que estás. Este ejercicio te puede ayudar a calmar tus emociones.
4- Relaja tus músculos
La técnica de relajación muscular progresiva, te va ayudar a relajar músculos específicos, a bajar la tensión en ellos, ayudando a manejar la ansiedad y todo lo que implica que el cuerpo se estrese al experimentar situaciones de enojo.
Te recomendamos que muevas la cabeza, ejercitando la parte superior y hagas círculos con los pies y luego muevas los dedos.
5- Realiza actividad física
Ponle un paro al estrés y al enojo realizando actividad física todos los días. Cuando realizas ejercicio regularmente, el cuerpo libera endorfinas que te hacen sentir mejor, en el que puedes liberar todo el estrés. Trae salud para tu mente y cuerpo. Puedes intentar hacer una caminata en las mañanas, salir a trotar, hacer cardio o la actividad que prefieras.
6- Modifica tus pensamientos
La mente es poderosa, lo que pienses lo atraes y lo sientes. Por eso, cambia esos sentimientos de rencor y de ira por cosas positivas que te hagan sentir bien. Atrae lo bueno para tu vida desde la mente, no te dejes llevar por la ira incluye en tu vocabulario palabras positivas.
7- Reconoce como reacciona tu cuerpo
Cada vez que afrontamos una situación de estrés, nos pueden empezar a temblar las manos, subir la presión arterial, incluso se empieza trabar la voz. Si tienes claras cuáles son las señales cuando empiezas a desesperarte por situaciones de ira, puedes alejarte del entorno en el que estas y así mismo evitar conflictos mayores.
8- Toma una pausa para escuchar
Aunque nos cueste trabajo escuchar a las demás personas, o evidenciar situaciones, es importante que lo hagamos porque allí podremos darnos cuenta de cosas, en las que posiblemente estemos equivocados. Además escuchar es un acto de respeto, si lo haces podrás resolver la situación y buscar una solución sensata.
Para tomar decisiones o dar una respuesta, primero debes pensar bien las cosas y escuchar. Si es necesario, tómate un espacio para calmarte y respirar.
9- Respira hondo
Nuestra respiración puede llegar a ser superficial, volviéndose más rápida cuando los patrones de ira están elevados. Una técnica de respiración, podría ayudarnos para que nuestros pulmones se amplíen, dándole cabida a todo el aparato respiratorio, aumentando la capacidad para respirar, y a su vez tranquilizarnos.
La sugerencia es respirar de manera lenta, inhalando y exhalando. Respirar hondo desde el vientre y repetir las respiraciones necesarias.